Por todo.
Por el tiempo.
Por el genuino sacrificio.
Por la oración callada. Por la sencillez y la humildad.
Gracias por los silencios preñados en el alma.
Gracias por la actitud que irradia una luz para la que no existen las distancias,
Gracias por los pensamientos de comunión que acompañaron a la gracia.
Gracias por la vida encendida en las miradas solidarias.
Gracias por la esperanza restaurada.
Gracias por las personalidades acalladas unidas al propósito del alma
Gracias por todo aquello que pudieron decir desde la vida y no sólo con palabras. Gracias por la solidaridad,
Gracias por la amistad y por la paz
Gracias por la fe fecundada de confianza.
Gracias por el amor incondicional
Gracias por el valor de liberar
Gracias por la sencillez de ser sin más
Gracias por responder y por incluir
Gracias por acompañar y por compartir,
Gracias por serenar y por unir
Gracias, infinitas gracias,
por servir .
Jorge Ivan Carvajal Posada
domingo, 20 de febrero de 2011
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