jueves, 9 de septiembre de 2010

HISTORIA BONITA

La historia capto mi atencion momentos antes de que empezara la primera noche de un seminario que duraria tres dias. Durante la mayor parte de la tarde habia estado pensando como comenzar el programa de ese dia. Aunque tenia bastante claro lo que iba a hacer tras la inaguracion, justamente era la introduccion lo que todavia suponia un misterio. En esos momentos de incertidumbre, cuando parece que las soluciones razonables solo son tenues destellos de posibilidades distantes, he descubierto que generalmente falta una pieza en el rompecabezas, algo en lo que todavia no he caido. Mi confianza en ese sentimiento y la certeza de que siempre hah de suceder mas cosas, con frecuencia toman los angustiosos momentos de panico en una extranña calma.

Entre en el comedor de nuestra casa y abri un gran sobre que me habia llegado por la mañana. Contenia varios relatos de triunfos humanos, uno de los cuales me emociono tanto que me encontre secandome las lagrimas de la cara antes de haber terminado de leer la historia. Mas tarde, ese mismo dia, la comparti en directo ante una audiencia de varios miles de personas. Esta tuvo el mismo efecto en ellas. El relato que me habia llegado ese dia describia un incidente que tuvo lugar en los Juegos Olimpicos Especiales de 1998.

Los Juegos Olimpicos Especiales se organizaron para brindar una oportunidad a niños y adultos de disfrutar juntos de una competcion anistosa. Lo que distingue a estos juegos es que cada persona compite con el handicap de las condiciones mentales o fisicas que les impiden participar en los Juegos Olimpicos internacionales que acaparan la atencion del mundo cada cuatro años. Este articulo era la historia de nueve niños que se hicieron amigos durante su instancia en el campus olimpico de 1998.

Una mañana coincidio que todos competian juntos en la misma pista y en la misma prueba. Al sonido del disparo inicial, se lanzaron a alcanzar la meta que se encontraba en el otro extremo de la pista. Fue un niño que padecia el sindrome de down el que hizo que este relato fuera tan especial. Mientras los otros competidores avanzaban por la pista utilizando todos sus medios para llegar a la meta, este niño redujo la marcha y miro hacia la linea de salida. Vio que uno de sus compañeros se habia caido al principio de la carrera y estaba intentando levantarse.
El niño del sindrome de down se detuvo de pronto, se dio la vuelta y se dirigio hacia su amigo. Uno a uno, todos los competidores al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, dieron la vuelta y le siguieron, hasta llegar de nuevo al punto de partida, levantaron a su amigo, se cogieron todos de los brazos y juntos recorrieron la pista hasta llegar a la meta. En ese momento, esos nueve niños cambiaron las normas de la competicion. Con el cronometro tv marcando, transcendieron los limites del tiempo y del deporte paraa crear una experiencia en la que cada uno termino a su manera, pero todos a la vez. Para elos no tenia sentido llegar a la meta sin los demas.

Esta historia es importante por dos razones. Cada vez que la comparto, la imagen de los niños abrazados para llegar a la meta evoca una fuerte emocion, que lejos de provocar tristeza y frustacion, las personas suelen describir commo una emocion de esperanza. Esa emocion abre la puerta a nuevas situaciones en nuestras vidas. Ademas, esta historia supone un bellisimo ejemplo de como un grupo de jovenes, con la inocencia de su amor mutuo, cambiaron el curso de su experiencia, al aplicar una nueva regla a una situacio establecida. A su manera, los niños de los Juegos Olimpicos especiales nos recuerdan las grandes posibilidades que se nos brindan en nuestra vida a medida que nos adentramos en un peculiar momento de la historia.

Hemos visto que es posible redefinir los parametros de las profecias para nuestro futuro. Las pruebas nos recuerdan que nosotros intercedemos en nuestro propio nombre, cada vez que respondemos a los retos de la vida diaria. Quiza la mejor forma de demostrarnos tales posibilidades sea indagar en la naturaleza de la compasion, del tiempo, del perdon y de la oracion con la vision de nuestros antepasados. Con el lenguaje de su tiempo, ellos nos recuerdan que en realidad somos uno y, que por encima de cualquier otra razon, hemos venido a este mundo a amar.


LIBRO EL EFECTO ISAIAS

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