lunes, 31 de mayo de 2010

SOMBRAS EN EL ESPEJO DE LA RELACION

El reconocimiento de los falsos patrones de identificacion nos lleva a descubrir esos roles en los que negamos lo que somos. Generamos rechazo a nuestras falsas identidades, cuando las reconocemos en otros, lo cual implica que no hay conflicto exterior que no parta de un conflicto con nosotros mismos. El que una situacion se haga conflictiva depende en buena parte de que ya lo sea en nuestro interior, pero cuando no hemos abierto las puuertas, juzgamos a los demas por sus apariencias, sin reconocer que el juicio parte de aquello que tambien rechazamos en nosotros.
Busca las dificultades habituales en tus relaciones, esos aspectos en los que con mas frecuencia se revelan tus fricciones. Ahora trata de encontrar dentro de ti, aquellos defectos que atribuyes a otros. Si crees que los otros son inefcicientes, es el rechazo o el miedo a tu propia ineficacia lo que produce tal intolerancia. Cuando no confias en tus sentimientos, hay en el fondo de ti un nucleo de inseguridad y desconfianza. Lo que temes en ti, lo de que ti ocultas mas profundamente, esta determinando aquello que rechazas. Toleras en los demas, los defectos que tu no tienes, solo aquellos que ves reflejados en el espejo de la relacion te llevan a rechazar en otros lo que no reconoces en ti. Todo rechazo viene de un nucleo reprimido, en el que hemos negado un aspecto de nosotros.
No podemos rechazar a nadie sin que rechazemos a alguien dentro de nosotros. La critica y el juicio son como un espejo que refleja y amplifica los propios sentimientos de culpa. Ya sabemos que no podemos ver el mundo sino a traves de la imagen que tenemos de nosotros; como nos consideramos, asi consideramos a los otros; la imagen femenina en nuestro interior es el modelo en el que vaciamos el mundo de la relacion con la mujer, la madre, la hija, la tierra. De la imagen del padre elaboramos nuestra relacion con la autoridad, con el gobierno y a veces con el mismo Dios, cuando creemos solo en el modelo de Dios del Antiguo Testamento, asumido como el principio masculino de autoridad. Un dia llegara en el que el Dios Padre es tambien la Naturaleza Madre, y puede nacer en nosotros el Hijo, un Dios interior que revela la armonia de los opuestos, reunidos en la conciencia del amor.
No te puedo conocer, si no me conozco. No te puedo amar, si no me reconozco. Si no nos apreciamos, no podemos apreciar nadie. Aunque digamos que amamos a Dios sobre todas las cosas, la realidad es que a nadie podemos amar sino nos amamos a nosotros mismos. Ese amor se expresa en nuestra imagen real, pero el drama es que muchas veces hemos erigido el fetiche de un ser irreal y, pretendiendo amar desde lo que no somos, nos enamoramos del no ser. Generamos una serie de dependencias que aprisionan el amor: desde lo que no somos, nos enamoramos de las apariencias en los otros; en una fantasmagorica relacion acabamos viviendo la bella danza de la vida como si fuera un baile de disfraces.
Confundido el ser con una imagen irreal, nos relacionamos cual fantasmas desde las imagenes artificiales que hemos confundido con nosotros mismos. Estas imagenes son la materia prima para elaborar imagenes aun mas irreales de los otros y, asi, en esas fantasmagoricas construcciones, nos alejamos cada vez mas de la posibilidad real de amar.
Si solo puedo amar en ti la imagen que tengo de ti, hecha con los desechos de la imagen que tengo de mi, ¿donde nos queda el amor? Algun dia, en el vortice de la crisis y el cansancio producido por esas relaciones sin contenido, nos precipitamos de lleno en la crisis de sentido. Entonces, desde el mismo fondo del dolor se nos revela una chispa del genuino amor. Roto el espejo, mas alla del mundo de los reflejos, aparece la inocencia de la plena aceptacion. Toda la ilusion de las programaciones se disuelve; accedemos a un mundo nuevo, el de la nueva inocencia, el del presente intenso en el que habita la presncia ¡Presente! parece entonces gritar el ser con todo su poder. ¡Eureka!, podria decir la personalidad que el ser encuentra; ese encuentro cercano con la realidad es el descubrimiento mas importante que un ser humano puede realizar jamas. En las ignotas profundidades de nuestro oceano interior, habremos encontrado la fuente del amor.

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