viernes, 26 de marzo de 2010

FRASES MITICAS


LA VIDA Y LA HACIENDA PODRAN QUITARME, PERO EL HONOR ES PATRIMONIO DEL ALMA Y EL ALMA ES SOLO DE DIOS.

CONVERSACIONES CON SRI NISARGADATTA MAHARAJ

¿Por que son destructivos los placeres del hombre? ¿Por que encuentra el hombre tanto placer en la destruccion?La vida tiende a protegerse, a perpetuarse y a expandirse a si misma. En esto esta guiada por el placer y el dolor. ¿En que puntos se convierten en destructivos?
-Cuando la mente domina,ella recuerda y anticipa;exagera, distorsiona y pasa por alto cosas. El pasado se proyecta hacia el futuro y el futuro traiciona las expectativas. Los organos de sensacion y accion son estimulados mas alla de su capacidad e inevitablemente se colapsan. Los objetos de placer no pueden dar lo que se espera de ellos y se desgastan o destruyen por el mal uso. Asi,donde se buscaba placer se convierte en un exceso de dolor.

¡No solo nos desruimos a nosotros mismos, tambien a los demas!
-Naturalmente, el egoismo siempre es destructivo. Tanto el deseo como el miedo son estados egoistas. Entre el deseo y el miedo surge la ira, con la ira el odio y con el odio la pasion por la destruccion. La guerra es el odio en accion, organizado y equipado con todos los instrumentos de la muerte.

¿Hay algun modo de acabar con estos errores?
-Cuando mas gente llegue a conocer su naturaleza real,su influencia, aunque sutil,prevalecera y el ambiente emocional del mundo se dulcificara. La gente sigue a sus lideres y cuando entre sus lideres aparezcan algunos grandes de corazon y mente, y absolutamente libres de egoismo, su impacto sera suficiente para hacer imposibles los crimenes y las aberraciones de la epoca actual. Tal vez llegue una nueva era dorada, perdure algun tiempo y sucumbe a su propia perfeccion; puesto que el descenso comienza cuando esta en su punto mas alto.

¿No existe la perfeccion permanente?
-Si, existe,pero incluye toda imperfeccion. Es la perfeccion de nuestra propia naturaleza la que hace que todo sea posible,perceptible e interesante. No conoce el sufrimiento pues ni quiere ni aborrece, ni acepta ni rechaza.La creacion y la destruccion son dos polos entre los que oscila su patron siempre-cambiante. Liberese de las predilecciones y preferencias y la mente, con toda su carga de afliccion, dejara de ser.

Per no soy el unico que sufre. Hay otros.
-Cuando usted acude a ellos con sus propios deseos y miedos, simplemente añade mas desgracia a la que ya tienen. Primero librese usted del sufrimiento y solo despues podra esperar ser usted de alguna ayuda para los demas. Ni siquiera necesita esperarlo; su propia existencia sera la mayor ayuda que un hombre pueda ofrecer a sus semejantes.

¿POR QUÉ SE PUEDE CURAR CON LUZ?

A los médicos convencionales les cuesta entender que pueda tratarse a los enfermos con métodos terapéuticos que utilizan básicamente la luz para curar. Y, sin embargo, está demostrada su efectividad y científicamente explicadas las razones que lo hacen posible. Analicémoslo.

Eres tierra y en luz tierra te has de convertir. Eres polvo de estrellas y en luz de estrella te has de convertir. Que en la muerte que disuelve la materia se revele siempre la conciencia pues siempre, en cada muerte, en esa vida luz te has de convertir. Nos dirigimos a la misma luz de que un día partimos.

El descubrimiento de que las células emiten luz de baja intensidad nos ha permitido comprender por fin los principios básicos de la evolución biológica. Es más, ha permitido encontrar explicaciones sobre el influjo del medio ambiente electromagnético en la evolución de la vida y entender aspectos de la investigación farmacológica, la nutrición, la división celular, el cáncer… Llegada es, pues, la hora de poner fin a la disociación entre Biología y Física.

Hoy sabemos, de hecho, que la luz juega un papel fundamental en los procesos moleculares invisibles excitando las moléculas y modificando subniveles energéticos, siendo lo que hace posible gran cantidad de reacciones bioquímicas. Y es que en el microcosmos molecular se produce un intercambio de luz sólo que en él las reacciones químicas son posibles a partir de estados electrónicos activados que implican la liberación y el intercambio de fotones.

Es decir, ya no puede afirmarse que las características esenciales de la vida dependan sólo de procesos metabólicos –que representan intercambios de materia y energía- sino también de intercambios y transferencias de información. Y, por tanto, no es suficiente ya con estudiar los detalles relativos a la transferencia de informaciones bioquímicas –como, por ejemplo, las hormonas- o la transferencia de informaciones biofísicas habituales- como las diferencias de potencial y los gradientes de concentración. Los problemas de recepción, transferencia, almacenamiento y procesamiento de las informaciones biológicas, tanto en las células aisladas como en los organismos, son, pues, para la ciencia de hoy, de vital importancia.

Y piénsese que las ondas electromagnéticas (fotones) abarcan en los sistemas vivos un aptísimo rango reamplitud y de frecuencias: desde menos de 1 hertzio a más allá de 10 15. Altas frecuencias en las que se encuentran, en general, líneas de resonancia espectral de naturaleza específica y probablemente individuales: son las reacciones sensibles de los organismos vivos, a las exposiciones a ondas electromagnéticas de frecuencias bien determinadas. Aunque parece que las longitudes de onda más largas son activas sobre superficies mayores –como las de los órganos- y las longitudes de onda más cortas intervienen a distancias más reducidas-como células y moléculas-. De hecho, en los vertebrados superiores se pueden obtener poderosos efectos con frecuencias comprendidas entre 1 y 00 hertzios.







LA LUZ EN LA TRANSFERENCIA DE INFORMACIONES BIOLÓGICAS



“Las células vivas emiten normalmente una corriente fotónica constante. Corriente que se modifica de modo abrupto cuando un virus penetra en las células: exaltación de radiación-silencio-nueva exaltación y después extinción progresiva de la radiación en ondas múltiples hasta la muerte de las células. Esto recuerda casi la crisis de dolor de un animal” (Kaznatchejev y Micahilova)

Cada vez es mayor la evidencia científica de que existe comunicación entre las células a través de la bioinformación electromagnética.

La radiación fotónica –ultra tenue- se revela así como un común denominador en todos los seres vivos, en los que se manifiesta bajo la forma de emisiones ultradébiles de fotones que tienen un valor de comunicación por emitirse a ritmos específicos constantes. Emisiones que se constituyen en el sustrato portador fundamental de informaciones biológicamente significativas y que fueron ya descritas en Biofísica a comienzos del siglo XX si bien sólo se reconoció su importancia en la biología a partir de los avances en las técnicas de detección de biofotones.

Ya en 1922 el biofísico ruso Alexander Gurwitsch observó que al aproximar las raicillas de una planta de cebolla al tallo de otra planta de cebolla se induce una multiplicación celular en el tallo sometido a tal influjo, reconocida al microscopio por un aumento de la mitosis. Efecto que se bloqueaba cuando se cubrían las plantas con tubos de vidrio. Pues bien –con gran sorpresa del investigador-, ese efecto volvía a aparecer si en lugar de vidrio las plantas se introducían en tubos de cuarzo. Y como la posible transferencia química podía descartarse concluyó que tenía que deberse a la luz ya que el vidrio absorbe la radiación ultravioleta mientras el cuarzo la deja pasar- ¡Una luz que influía directamente sobre el ADN!

(Tan sensacional descubrimiento sería corroborado en 1974 por el Premio Nobel de Física Denis Gabor –descubridor del principio de la holografía- al reproducir minuciosamente en los laboratorios de Siemens de Berlín los experimentos de Gurwitsch estableciendo además que los fotones aislados pueden desencadenar la
multiplicación celular)

A continuación, en 1.954, los italianos L. Colli y U. Facchini constatarían que también los embriones de diversas semillas de cereales emiten luz. Componentes luminosos que se distribuyen desde la zona verde hasta la zona roja del espectro.








Hoy sabemos que la propiedad de conversión fotón-fonón de la melanina (un polímero de dopamina sensible a la luz y responsable de la pigmentación de la piel y el color de los ojos) da cuenta de cómo una vibración electromagnética (fotón) puede convertirse en una vibración acústica de menor velocidad. Lo que explica que un fenómeno de resonancia entre la melanina de la piel y la neuromelanina –situada en los circuitos más críticos del sistema nervioso central –de lugar a la transferencia de información mediante luz hasta el cerebro explicando su subsecuente efecto sobre el comportamiento.

Ello explica el significativo efecto terapéutico del láser infrarrojote débil intensidad modulado a muy bajas frecuencias que durante más de dos décadas he utilizado personalmente –junto a mi equipo de colaboradores- en el campo de la bioenergética médica.

Los científicos S. Stschurin, V.P. Kaznatchejev y L. Michailova han confirmado también –con más de 5.000 experimentos- qie las células vivientes transmiten informaciones a través de los fotones y, en particular, a través de la luz comprendida en la banda de radiaciones ultravioleta. Su experimentación la describirían así: “Las células, inmersas en una solución nutritiva, se encontraban en dos balones de cuarzo que estaban en contacto entre sí. Pues bien, uno de los cultivos celulares fue contaminado por un virus y se constató que, prácticamente de forma simultánea, las células de la colonia contigua enfermaron también. Ese mismo fenómeno se produjo cuando en uno de los recipientes las células fueron destruidas por dosis de radiación ultravioleta o envenenadas. En cada ocasión, las células del recipiente vecino enfermaron también mostrando los mismos síntomas. Y eso a pesar de que ambos recipientes estaban aislados ya que sus paredes eran de cuarzo. Bueno, pues cuando se utilizó vidrio en lugar de cuarzo las células quedaron protegidas y no hubo transferencias de la acción patógena. Por tanto, la misma no pudo deberse a los productos químicos o a los virus introducidos en el primer cultivo. De hecho, esto no se encontraron en el cultivo vecino…”

Stschurin –uno de los científicos que efectuó el experimento- declararía sobre las implicaciones para la Medicina de este descubrimiento lo siguiente: “Como las células afectadas por diferentes enfermedades presentan característicasde radiación diferentes estamos convencidos de que los fotones pueden informarnos con antelación de cualquier principio de degeneración perniciosa y revelarnos la presencia del virus”


F.A.Pop –biofísico alemán autor de numerosas comunicaciones científicas sobre biofotones- confirmaría luego en sus investigaciones que la luz, fuente fundamentadle energía, es la base de todos los procesos vitales. En su modelo –respaldado hoy por numerosas investigaciones efectuadas ya en el mundo-, los quantos de luz (fotones) representan el motor de procesos biológicos fundamentales en la evolución, desarrollo, diferenciación y degeneración celular.

Popp confirmaría igualmente que la célula emite radiación electromagnética coherente. Y que esa coherencia es la que da a la radiación la propiedad de resonancia y el extraordinario poder energético del láser. Sus experimentos demostrarían además que ese efecto láser proviene de una resonancia entre los fotones (de una emisión de luz exterior) y el campo electromagnético emitido por el ADN sólo que pudiendo manifestar sus efectos a distancia, lo que lo distingue de las reacciones químicas.




En este ámbito se han constatado además otras cosas:

1) Que las radiaciones de las células próximas a su muerte se intensifican antes de extinguirse definitivamente.


2) Que la lesión provocada a cualquier planta hace que la radiación celular aumente en otras plantas, incluso no estando cercanas.

3) Que los procesos de reparación del ADN lesionado están relacionados con la fotorreparación o fotorreactivación, fenómeno experimentalmente establecido por el cual los daños genéticos de las células y las formaciones celulares –cualquiera que haya sido el modo en que se provocaron- se reparan prácticamente siempre en sólo unas horas cuando son irradiados por una débil radiación ultravioleta de una banda espectral particular (alrededor de 400 nanómetros de longitud de onda). Descubierta primitivamente en las bacterias, esta reparación gracias a la luz ha sido luego puesta en evidencias obre los organismos superiores y, finalmente, en el ser humano. Está en la misma banda espectral de la radiación ultravioleta en la que se manifiestan las interacciones patológicas de la luz y cae en el mismo rango de fotorreactivación.



EL PODER SANADOR DE LA LUZ

La conclusión de todo esto, amigo lector, es que la luz tiene la capacidad de sanar. Porque quizás de luz es la sustancia de la sustancia. A fin de cuentas, la ida misma está en un estado metaestable, lejos del equilibrio térmico. Es un sistema abierto para procesar la luz. Por eso toda vida procesa la luz, enriquece la luz y regala su luz como ofrenda. También la materia inerte es luz dormida. La luz es materia viva, despierta. Y de luz son tus moléculas y tus pensamientos. Hasta el agua del océano de la creación es sustancia-luz. Así pues, ¡despierta! Porque cuando despiertas a la luz, la creación continúa. Recuerda lo que nos ha transmitido la Tradición:

“Y dijo Dios: Hágase la luz”

Y desde entonces la Luz no ha dejado de hacerse en todo. Siempre.

JORGE CARVAJAL

lunes, 22 de marzo de 2010

FRASES MITICAS



A VECES BUSCAMOS EN LAS ESTRELLAS LO QUE TENEMOS FRENTE A NUESTRAS PROPIAS NARICES. NOS EMPEÑAMOS EN MIRAR A UN HORIZONTE LEJANO PASANDO POR ENCIMA DE LA HIERBA QUE PISAN NUESTROS PIES.VALORAMOS LO QUE CONSIDERAMOS INALCANZABLE SIN APRECIAR LO QUE TENEMOS A NUESTRO LADO

sábado, 20 de marzo de 2010

SABE USTED QUIEN ES Y LO QUE QUIERE DE LA VIDA

La construcción de la propia identidad es una empresa que le ocupa al ser humano desde el mismo momento de nacer y que probablemente no concluya hasta el final de su existencia. Algo que se inició el día en el que los seres humanos tomaron consciencia de sí mismo y del entorno aprendiendo a darse cuenta de cómo era la existencia y, por ende, a desarrollar capacidades que le terminarían alejando del mundo animal: la observación, la reflexión, la modificación del comportamiento, el razonamiento, la lógica… En definitiva, la conquista del reino de la mente gracias al mayor desarrollo de sus conexiones neuronales. Sin embargo, llegaría también un momento en el que –después de millones de años de evolución- su mejor aliado se convertiría en ocasiones también en su peor enemigo. Y es que la mente, que en su momento le ayudó a diferenciarse del resto de la creación, puede convertirse a veces en algo engañoso.

Si observamos a grandes rasgos el proceso evolutivo de un ser humano veremos que, desde el nacimiento, los niños son como cuadernos en blanco donde las personas que les rodean van escribiendo sus creencias, sus juicios de valor, sus expectativas, sus temores, sus alegrías, sus emociones y sentimientos. Y el niño aprende, absorbe como una esponja todo lo que sucede a su alrededor y va colocando las primeras piezas de su personalidad, los cimientos de su escala de valores que, en su mayor parte, son adquiridos. No olvidemos que la familia representa los ojos con los que miramos el mundo.

Después, durante el periodo de formación en la escuela y el instituto, sigue colocando nuevas hileras de piezas gracias a los estímulos que recibe. En esa etapa la sociedad, la cultura, la posición económica, la religión, etc., marcan pautas muy significativas.

Más adelante, la adolescencia marca un punto de ruptura y rebeldía con sus orígenes. El joven quiere transgredir normas y leyes para experimentar sus ansias de libertad . Necesita probar sus propios límites y para ello quiere reforzarse “inventando” algo nuevo, original, que le permita canalizar sus ideales.

Posteriormente, con la incorporación al mundo laboral –que tiene también su particular escala de valores-, se enfrentará a nuevas tensiones y ajustes.

Y, finalmente, en ese proceso de construcción de la personalidad, llega a la creación de una familia propia en la que intenta implantar su concepción de la vida.

Pero, ¿y lo innato? ¿Dónde está esa parte esencial que anida dentro de la persona y que forma parte del bagaje intangible acumulado por los seres humanos a lo largo de millones de años? ¿Dónde se manifiesta esa filosofía interna de valores profundos? ¿Qué hay de esa ética que es independiente de la cultura y el medio?

Comienza entonces a producirse tensión entre lo que su interior demanda y lo que la persona está viviendo en su vida cotidiana. Y como resultado de esa tensión se produce una reflexión, un análisis. Es cuando la persona siente la necesidad de hacer un alto en el camino para formularse una serie de preguntas a las que le suele resultar muy difícil responder: ¿Qué estoy haciendo? ¿Hago lo que quiero? ¿Cuáles son mis prioridades? La escala de valores por la que me muevo ¿es la que deseo? ¿Quién soy realmente?

Y es en ese momento, al echar la vista atrás, cuando uno se da cuenta de que siendo niño adquirió una serie de modelos o “identidades” que le proporcionaban lo que necesita: atención, cariño, seguridad, poder, etc. Que en la adolescencia eligió sus propios modelos, aquellos que la sociedad o los medios de comunicación le vendían. Que más tarde su desarrollo profesional le llevó a adoptar “roles” que encajaran dentro de ese entorno. Y así sucesivamente.

De tal manera que cuando llega a la madurez, a esa mal llamada crisis de los cuarenta, se da cuenta de que eso no es así, de que la vida misma, desde su origen, es una continua sucesión de crisis: la de la infancia, la de la adolescencia, la de la juventud, la de la madurez y la de la vejez. Que todas las etapas de la vida son crisis porque esa palabra es sinónimo de cambio y el cambio es compañero inseparable de la vida. Y entiende que mientras hay transformación hay vida, que cuando dejamos de aprender nos morimos, que cuando cualquier aspecto del ser humano se cristaliza esa parte de sí ha comenzado a morir.

Se trata de un punto en el que comienza la ardua tarea de tomar consciencia de todas aquellas cosas con las que nos identificamos pero que en realidad no somos. Porque nos identificamos con las funciones, con los “roles” que desempeñamos, con los títulos que atesoramos y llegamos así a tal identificación con los cargos, las profesiones, los estatus, lo que poseemos, lo que sabemos e, incluso, lo que somos para los demás…. Que llega un momento en que no tenemos respuesta a aquella simple pregunta: ¿Quién soy yo?

El peligro de identificarnos sólo con alguno de los aspectos de nuestra personalidad es que renunciamos a vivir el resto, a experimentar la gran riqueza de aprendizaje que se oculta tras cada una de nuestras facetas. Si uno se centra exclusivamente en ser médico, o padre, o deportista; si otra cree que es hija, o broker de la Bolsa, o cocinera; si otro piensa que ha nacido para ayudar a los demás, o para ser sincero, o para enseñar… estará contemplando sólo el aspecto más sobresaliente, quizá al que dedica mayor número de horas, o el que más gratificaciones le proporciona, o el que le resulta más fácil, o…. Cada uno encontrará mil y una razones para sentirse satisfecho con su identificación.

Pero preguntémonos: ¿Soy capaz de estar solo? ¿Me atrevo a quedarme conmigo mismo, sin títulos, sin escudos, sin disfraces, desnudo?, ¿puedo mirarme al espejo y ver qué hay más allá?, ¿me reconozco en esa imagen que me devuelve el espejo?, ¿qué dice mi mirada?, ¿qué expresan mis ojos, mis gestos?, ¿qué hay escrito en mi rostro?

Probablemente, para dar respuesta a tantos interrogantes sea necesario apartarnos, alejarnos –siquiera mentalmente- de nuestras circunstancias y desde ese punto recurrir al observador interno que todos llevamos incorporado. Si en la maraña de relaciones interpersonales que hemos creado hemos perdido identidad o bien no somos capaces de recuperar la sensación de ser auténticos, de ser fieles a nosotros mismos, si el poder, el dinero, el prestigio o las expectativas que los demás han volcado sobre nosotros nos han hecho olvidar al Ser que somos, será necesario alejarse un poco para identificar cuál es nuestro territorio.

Pero, ¿cómo hacer eso en nuestra vida cotidiana? –Nos preguntamos- Pues, en primer lugar, siendo conscientes de que nos identificamos con imágenes creadas por nosotros mismos y también con las que crean los demás en su relación con nosotros. Debemos saber que ambas no son sino interpretaciones de la mente –la nuestra y la de ellos- y que, como tales, son aspectos parciales de una totalidad mucho mayor.

En segundo lugar, descubriendo las potencialidades que tenemos aún por desarrollar y que nos abrirán las puertas de la consciencia. Para lo cual debemos afrontar los retos y las oportunidades que la vida pondrá a nuestro alcance.

Tercero, admitiendo que los límites y los miedos los fabrica nuestra mente y que si es ella la que nos coloca las cadenas y nos priva de libertad puede igualmente hacer lo contrario. Sólo hay que ponerla a trabajar a nuestro servicio con el objetivo bien definido.

Cuarto, abriéndonos a la energía de la vida que fluye en el universo constantemente como un río sin fin y confiando en que el sumergirnos en esa corriente nos va a proporcionar las experiencias que necesitamos incorporar.

En quinto lugar, tomando consciencia de nuestro ser integral. De que somos una energía espiritual que se manifiesta en distintos planos vibratorios: físico, energético, emocional y mental. Esa energía espiritual superior proporciona coherencia y da sentido a todo lo demás. En la medida en que todos esos soportes estén alineados, es decir, vibren armónicamente, podremos acceder a un nivel de consciencia que nos permita beneficiarnos del orden imperante en el universo donde funciona la ley de la sintonía vibratoria.

En sexto lugar, incorporando en la ampliación de consciencia a los que nos rodean. Porque nunca estamos solos, siempre participamos de la misma esencia que el resto del universo.

Y, en séptimos lugar, haciendo silencio interior, buscando el sosiego y la paz dentro de nosotros mismos para poder vivirla después. Porque sólo aquietándonos podremos escuchar las notas del espíritu, apreciar la dirección y descubrir la intención que la Inteligencia Suprema dejó impresa en cada una de nuestras células.

MARIA PINAR MERINO

TODOS MERECEMOS DISFRUTAR DE LA VIDA

A veces nos llegan noticias sorprendentes de personas que han vivido siempre en la precariedad e, incluso, en la miseria… y al fallecer sus familiares descubren que guardaban grandes cantidades de dinero escondido en los sitios más insospechados. Hay muchos casos. Y uno se pregunta: ¿qué motivaciones puede haber detrás de semejante comportamiento?

Suele pasarles a personas con desarreglos de personalidad que sufren algún tipo de neurosis o síndrome paranoico y frecuentemente es consecuencia de haber pasado grandes privaciones en la infancia o en la juventud siendo eso lo que las ha llevado a atesorar y guardar cuanto conseguían a lo largo de su vida. De hecho, esa actitud suele darse mucho entre personas en cuyo hogar se vieron privados de casi todo a causa de la guerra. Y a veces se añade la excusa de que lo guardan para sus hijos, para que no pasen lo que él –o ella- ha pasado. Pero da la sensación de que lo que se esconde de verdad detrás es el miedo, la inseguridad.

Quizás sean casos extremos pero hay muchos aspectos que entroncan con esas mismas actitudes de negación. Por ejemplo, esa costumbre tan extendida –incluso hoy día- de mantener el salón de casa como si fuese una exposición de arte donde sólo se puede entrar cuando llega alguna visita. O el no usar jamás esa vajilla especial, ese estupendo mantel de
lino, la cubertería de plata…. O incluso la ropa recién comprada porque es sólo para las grandes ocasiones. ¿Cuántas veces se habrán quedado pequeñas en los armarios prendas de vestir y zapatos porque los niños crecieron sin tener la oportunidad de usarlos o lo hicieron hecho sólo en alguna ocasión muy especial?

Aún se mantiene, sobre todo en los pueblos, la costumbre de conservar las antiguas cocinas de leña o carbón en alguna parte de la vivienda tras construir una nueva cocina, amueblada con esmero y todo tipo de comodidades y electrodomésticos. A pesar de lo cual muchas veces la vida se sigue haciendo en la vieja cocina mientras la zona nueva de la casa se mantiene incólume, como si de una exposición se tratara.

Pues bien, si profundizamos un poco quizás descubramos otras motivaciones detrás de tanto anacronismo, de tanto afán por conservar para la ocasión, de guardar para el futuro. Es posible que en el fondo haya un problema de autoestima, de no sentirse merecedores de disfrutar de lo que se ha logrado con esfuerzo. Tal vez la idea de” no ser dignos de” –que tan buen resultado le ha dado a algunas instituciones religiosas para crecer- nos haya marcado en cosas tan aparentemente sencillas de nuestra vida cotidiana. Solo que esa actitud es como mirar la vida por un ventanuco en lugar de abrir un amplio ventanal ante nosotros. Y por ese ventanuco nunca veremos más que una pequeña porción del horizonte.

Es más, ¿relacionamos tal vez el poseer bienes materiales con el pecado? ¿El disfrutar y el placer con algo reprobable? ¿El sufrimiento y la estrechez, con el ingreso por la puerta grande en el mundo espiritual? No están tan lejos de nosotros algunas ideas que han funcionado como pilares en nuestra cultura como la convicción de que la mortificación y la renuncia nos acercan más a Dios. Desgraciadamente, algunas mentes obtusas de nuestros predecesores han dibujado un mundo tan pequeño a nuestro alrededor que sólo cabía el propio ego dejando fuera todo lo que nos alejaba de nosotros mismos…..

Y, sin embargo, cabe preguntarse: ¿qué pasaría si a un niño recién nacido le priváramos de estímulos, de ayuda, de “escenarios” por recorrer para ir aprendiendo y creciendo? Pues cuando nosotros nos quedamos en la cocina vieja, cuando guardamos muy bien en nuestros armarios lo que tenemos, cuando no usamos lo que hemos construido… estamos encerrando a nuestro ser en un mundo tan pequeño, en un corsé tan estrecho que va a limitar su desarrollo. Porque si uno no sabe ser generoso consigo mismo es imposible que pueda serlo con los demás. Es curioso observar cómo esas personas que todo lo guardan para después, a medida que se van haciendo mayores se ven aquejadas de una terrible desconfianza que va creciendo dentro de ellos como si de un tumor maligno se tratara.

Creen que los que les rodean buscan lo que tienen, que quieren quitárselo. Y se valoran a sí mismos en la medida en que tienen. Por eso hay tantos padres que no sueltan sus herencias hasta el final provocando a veces que Hacienda se quede con un buen pedazo del pastel. Piensan que si reparten antes su patrimonio sus hijos no les van a querer igual y se van a ver solos y abandonados. Y esto, que podría parecer algo propio sólo de la España profunda, no lo es tanto. Sucede cada día en todas partes e, incluso, en familias acomodadas.

Es importante darnos cuenta del momento en el que estamos. Las cosas han cambiado, nosotros hemos cambiado y no podemos seguir viviendo la vida como hacíamos antaño. Ya no. Antes quizás fuera importante no usar los zapatos nuevos más en las fiestas del pueblo o en las bodas pero ahora hay que ponérselos en el mismo instante en que te los han comprado, hay que disfrutar la ilusión que te ha hecho llevártelos. No se puede renunciar a lo que uno ha conseguido; es un autocastigo inútil que sólo conduce al aislamiento.

Si tenemos conciencia de precariedad estaremos sembrando en nuestro universo personal esa misma energía. Si generamos la idea de que no somos merecedores de lo que tenemos es que no somos capaces de valorarlo terminaremos perdiéndolo.

Es increíble hasta qué punto el pasado y los condicionantes aprendidos en la infancia, la escala de valores inculcada en los primeros años, puede llegar a condicionar nuestra vida.

Los apegos son una lacra para la persona y cuando esos apegos son materiales representan un encadenamiento difícil de romper. Aquel viejo y falso dicho de “tanto tienes, tanto vales” está profundamente arraigado en el inconsciente colectivo de nuestra cultura.

Es importante romper ese patrón neurótico para que las generaciones venideras no sigan repitiéndolo. Si has logrado algo con tu esfuerzo te asiste todo el derecho de disfrutarlo. Más que el derecho, el deber. Porque sólo así podrán apreciarlo, transformarlo en energía, liberarlo, hacerlo crecer y, sobre todo, dejando espacio para que sigan llegándote más bendiciones.

VER NO ES MIRAR

Observen a un niño de poca edad jugando. A un niño-niño, o sea, a ese enano juguetón incapaz todavía de utilizar el hemisferio cerebral razonador. Obsérvele, por ejemplo, con la tapa de una simple caja de cartón. Y comprobarán que el niño ve. No apresa mentalmente el objeto. Esa tapa puede ser para el niño: un sombrero –se lo lleva a la cabeza y pasea con ella puesta-, una carretilla –que el niño empuja o arrastra tras, casi siempre, haber cargado en su interior alguno de los objetos que tiene a mano-, algo que golpear o con qué golpear a fin de sentirlo al tiempo que se siente a sí mismo-, un…¡yo que sé las mil cosas con las que la creatividad del cerebro emocional de un niño puede identificar la simple tapa de una caja de cartón! Aunque sí sé que, finalmente, la arrojará fuera de sí porque, por un lado, así sondea ya un mundo exterior que en gran medida le es todavía ajeno y, por otro, en absoluto necesita apropiarse de algo. Sus incipientes ondas eléctricas cerebrales razonadoras todavía no le han hecho vulnerable. La apropiación de un objeto a él no le aporta más seguridad. Su seguridad, en el inicio de su infancia, no está todavía en la apropiación de los objetos exteriores, su seguridad sigue todavía dependiendo de sentir o no el afecto, la protección de quienes le rodean, especialmente de sus padres.

Mirar, por el contrario, es la forma en que vemos ya adultos, cuando poseemos y somos poseídos por el doble cerebro –emocional y razonador- de nuestros dos hemisferios cerebrales. Mirar es haber dado un nombre y utilidad precisa a un objeto. Y ya se sabe que la capacidad de dar nombre a las cosas es el primer paso para apoderarse de ellas.

Den a un adulto una tapa de una caja de cartón y pregúntenle qué es. Sabemos que responderá que es eso –la tapa de una caja de cartón- porque ha excluido ya toda otra posibilidad. Nosotros, los adultos, precisamos apoderarnos de lo otro porque tenemos miedo a lo innominado y buscamos seguridad. Y eso limita nuestra creatividad. Y nuestro goce. Porque un niño ve muchas cosas en una tapa de caja pero difícilmente verá una que pueda disgustarle. Si le disgusta o le aburre –que es sentirse a disgusto- la tira. Los adultos, no. Nosotros nos hacemos infelices por buscar la seguridad que da la posesión de… incluso la vulgar tapa de una caja de cartón. Y eso se me hizo evidente cuando conviví con los aucas –ya sabe, aquella tribu de la Amazonía que no conocía al hombre blanco y vivía en pleno Paleolítico. Normalmente, la vida de los aucas –de esos seres que filogenéticamente se mueven todavía en la niñez de la naturaleza- es una juerga constante. Desde que amanece hasta que anochece no cesan dejugar, parlotear, reír. Como he explicado extensamente en mi libro “mi vida con los aucas” no había novedad que aun siendo una desdicha no provocara la hilaridad. Por ejemplo, un día a Boca se le vertió la olla en la que preparaba el curare. Pues bien, lo contó una y otra vez entre risotadas, imitando con las manos, con los pies, con el cuerpo, cómo se le había vertido la olla. Y todos reían. Todos parecía enormemente felices a pesar de que al desdichado Boca se le había vertido el curare, lo que iba a suponerle otro medio día para elaborarlo de nuevo. No importaba, la vida es juego y alegría. La vida era para ellos chapotear en el río, luchar como cachorros de perro con los niños, subir a los árboles, dejarse caer por terraplenes.. y si volvíamos a la choza y nos sentábamos –ellos se acuclillaban- eso no era óbice para seguir jugando. Wincava, al que había regalado una navaja albaceteña de resorte, jugaba con ella, me mostraba sus habilidades haciendo saltar la hoja casi entre las cejas de los presentes. Y todos reían. Nunca oí una palabra malhumorada. Un padre nunca pegaba a sus hijos y pocas veces les llamaba la atención. Claro que tampoco nosotros nos veríamos obligados a regañar a nuestros hijos si nuestra sociedad fuera tan permisiva y sujeta a las normas naturales de la selección como es la sociedad auca. Una sociedad que se limita a ver pasar la historia, que no intenta, como nosotros, mirarla, lo que equivale a querer desentrañar su discurrir para poderla retener, controlar y, si se considera preciso, para cambiarla.


Los aucas veían, nada querían cambiar. Y porque se dejaban llevar por la creatividad del niño que ve, su ver era sumamente creativo. Era enseñar viendo, no memorizando, no apresando con la memoria lo que un adulto había apresado antes al mirar.

Cuando los niños y niñas aucas se peleaban entre sí, como cachorros, no había vencedores ni vencidos, nadie proclamaba haber vencido a otro. Entre otras razones porque los juegos eran colectivos, sn reglas, no externamente competitivos. Pero eso no impedía que sí hubiera vencedores y vencidos. Porque en esos juegos los aucas medían sus fuerzas e iban estableciendo para sí y ante los guerreros aucas jerarquías naturales de fuerza, habilidad, valor. Y esas jerarquías, externamente no homologadas, servirían luego de baremo de equilibrio igualitario-jerárquico dentro de la comunidad. Un día, ya guerreros, todos serían lo mismo. Nadie mandaría sobre nadie porque los aucas no tenían un jefe. El jefe eran todos y cada uno. Pero ese día de emergencia, con juego de lucha a muerte contra otra tribu, todos sabían ya cuál era el más valiente y cuál el más débil. Y así, viendo al jugar, tocando al ver, no aceptando como nosotros consignas verbales, simples promesas de posesión y seguridad, establecían esa realidad como una aceptación.

No aceptaban, como nosotros, los que miramos, simples promesas verbales, promesas de posesión y seguridad que son lanzadas no como un juego y entre risas sino con la voz estridente de quien nos apremia a elegirle porque dice –eso dice y a veces hasta cree- estar en posesión de la verdad. De esa verdad de ciego que es mirar desde el propio pensamiento.

JOAQUIN GRAU

lunes, 15 de marzo de 2010

LOS ATENTADOS LOS HACEN LOS ESTADOS

El terrorismo tan como cuentan los medios de desinformacion masiva no existe. No existen grupos que busquen independencia de pueblos oprimidos o grupos islamistas de liberacion.Hay gente que apoya esos movimientos porque sus crencias les han echo creer en ello, pero son mentira. Eso son coartadas que usa el poder para justificar su plan de esclavitud total, que acabara con la implantacion del microchip y la destruccion del libre albredio del ser humano. Los servicios secretos(CIA, MOSSAD,....) son la mano ejecutora de estas elites, que gobiernan en la sombra a traves de sus marionetas los politicos. Y estas elites tienen nombre y apellidos y se reunen en ciertos "think tanks" tipo (CFR,Bilderberg,Club de Roma,....)
La revolucion es interior y no podemos luchar con sus armas, debemos informar y estar atentos y sobre todo humanizarnos y no caer en sus trampas de division. Tenemos que mejorar nuestras relaciones con nuestro entorno pernosal, y cambiando el microcosmos cambiaremos el macrocosmos. Este mundo es una ilusion. Sal de Matrix

jueves, 11 de marzo de 2010

CONVERSACIONES CON SRI NISARGADATTA MAHARAJ

¿Puedo curarme a mi mismo de una enfermedad grave por el mero hecho de conocerla?

Tenga en cuenta la totalidad de la enfermedad, no solo sus sintomas externos.Toda enfermedad empieza en la mente. Primero ocupese de la mente, descubriendo y eliminando todas las emociones e ideas incorrectas. Luego viva y trabaje sin prestar atencion a la enfermedad y sin pensar mas en ella. Al eliminar las causas el efecto esta obligado a desaparecer. El hombre se convierte en lo que el mismo cree ser. Abandone cualquier idea sobre si mismo y descubrira que es el testigo puro, mas alla de todo lo que pueda ocurrirles al cuerpo o la mente.

lunes, 8 de marzo de 2010

EL HOMBRE ES MILAGROSO

El hombre es milagroso en cuanto que puede transformar su pasado.

Algunos dicen "no se ocupen del pasado que el pasado ya no existe", pero el pasado está vivo, presente, doloroso, en cada una de nuestras células, frecuentemente, produciendo enfermedades. El problema del pasado es simplemente que haya pasado, que lo dejemos atrás como una estatua congelada. Pero al pasado hay que hacerlo presente vivo para transformar su historia, para leerlo en otro código, para interpretarlo en el código del amor, y, cuando interpretamos el pasado en el código del amor, nuestras heridas de la infancia se sanan. Y ahí nosotros somos los psicólogos, los psiquiatras, podemos sanar nuestra vida; todos estamos llenos de dolores, y a veces de dolores absurdos, que cargamos en la vida sin ni siquiera reconocer que existen.

La técnica respiratoria es muy importante, sobre todo la fase de pausa respiratoria, ¿por qué razón? Porque cuando tú respiras lentamente y haces una pausa en la inspiración, la energía del inconsciente y el subconsciente sale a flote, es decir se pregunta ¿que pasa aquí que no están respirando? En ese momento el inconsciente hace aflorar a la consciencia una parte a la que no habíamos tenido acceso, de la que éramos víctimas pero que no habíamos reconocido nunca en la vida, y en ese momento podemos dialogar con el subconsciente y podemos sacar nuestras heridas más profundas. Cuando hacemos eso podemos ir más lejos, así es como actuamos para la autosanación.

Yo puedo decirme, por ejemplo, ¿de dónde viene esta alergia?, si tengo una alergia y quiero librarme de ella. La alergia es algo que rechazo, un virus, una bacteria, un hongo, el frío, el calor, pero eso no es del todo cierto, eso es quedarnos muy cortos. No hay personas que sean alérgicas sólo al frío, las personas alérgicas al frío también tienen miedo a la soledad, tienen miedo al frío del alma, al frío en los sentimientos, a la frialdad del papá o de la mamá, al desafecto, es decir, el frío es simplemente un símbolo. Cuando yo soy alérgico a algo, hay algo que rechazo o que temo.

Entonces si quiero cambiar mi alergia, reconozco mi alergia. Si sé que no reconozco mi alergia porque me hace sentir vergüenza, entonces trabajo con la vergüenza: ¿que cosas en la vida me evocan vergüenza? Luego experimento el sentimiento de la vergüenza y veo como experimento la vergüenza, a veces me pongo pálido y frío, otras veces me pongo rojo como un tomate, otra lo experimento como un vacío o como un hueco a nivel del plexo solar, la puedo experimentar de muchas maneras. Dónde y cómo experimento la alergia, me da una idea de la parte de mi energía que está comprometida. Vamos a ver otro sentimiento, el miedo, yo diría que la mitad de nuestros lumbagos son por miedo.

El miedo provoca más lumbago que todas las hernias discales, todos los problemas articulares, todos los problemas de columna, porque el temor hace que metamos, literalmente, el rabo entre las patas, cerramos el esfínter anal interno, a ese nivel, hay un centro de energía muy importante y, nos cerramos a la vida, contraemos toda la musculatura lumbosacra, esa parte queda mal irrigada y nos dan unos lumbagos terribles, y ese lumbago es el nombre clínico del miedo.

Si logro reconocer el núcleo del miedo, si logro observar mi cuerpo y veo que tengo los glúteos y toda esta parte contraída, si logro respirar hacia esa zona y liberar el sentimiento del miedo, y llamar al miedo y decirle "tú eres la mejor parte de mi mismo, cuando asciendes y te revelas, eres mi prudencia, ya no eres miedo, sino que eres prudencia, eres parte de mi amor también". Cuando yo, a través de la respiración, logro ascender esa energía del miedo, y logro trasmutarla al altar del corazón, que es donde realmente nace el hombre que puede sanarse y puede sanar la vida, entonces desaparece el lumbago.

Mi resentimiento, mi odio, frecuentemente, está anclado en mis articulaciones. Yo estoy así totalmente rígido. A veces, con el puño apretado en la noche, inconscientemente, dispuesto a pegar y a agredir. Pues bien, ese dolor articular, es resentimiento congelado en esa parte del cuerpo.

Si logro experimentar ese dolor y asociarlo a mi sentimiento de ira y a mi resentimiento, y logro comprender que mi resentimiento es algo que se construye en el plexo solar, que bloquea la energía aquí y no permite a la energía acceder a mi corazón, ni a mi sistema inmune, puedo hacer mucho más que el reumatólogo, o puedo ayudarle mucho, para curar y sanar mi artritis, y yo soy responsable, no tengo que esperar que el reumatólogo me resuelva el problema.

La enfermedad es mi problema, no es el problema del médico, es mi responsabilidad, yo también tengo que ver con eso. La medicina no puede ser el arte de pasarle la pelota al médico, porque le pagamos.

La nueva medicina de la consciencia, es el arte de responsabilizarnos de nuestra vida, y de descubrir que realmente podemos hacer mucho por nuestra vida.

Frecuentemente, vemos que una persona con un cáncer ha tenido un shock, o una pérdida afectiva muy grande. Si una pérdida afectiva le produce un vacío existencial de tal dimensión que se vuelve un vacío de energía, y permite que las células degeneradas puedan invadirle, es porque estaba apegado, ese es el problema del apego que yo debo reconocer.

Si alguien se va y yo lo vivo desde el amor, desde el desapego, sé que su consciencia está conmigo, lo dejo partir no lo amarro. Muchas veces, vemos a alguien al que se le muere el papá o la mamá pero no lo deja partir, eso es literalmente cierto, se queda con parte de su energía anclada al plexo solar. Esa anclada energética puede crear crisis de pánico, de hipertensión, cosas violentas en la clínica. Si nosotros logramos que la persona se sane, es su alma la que lo sana.

El sanador no lo hace por el paciente, yo como sanador soy un imán que le doy la carga que su alma necesita, realmente, la sanación es rescatar la autonomía, la autogestión, y la libertad del otro, para sanarse.

La verdadera sanación es darte las herramientas para que tú, desde tu consciencia, te sanes, no desde tu consciencia racional, sino desde tu sentimiento, desde tu amor, desde tu afecto.

Frecuentemente cuando uno está haciendo una sanación, ve que la persona, aunque no le haya dicho ni una palabra, empieza a llorar y a sacar su resentimiento, y luego siente una sensación de paz, que no es mi paz, es su paz, es la paz de Cristo que también habita en la persona que está siendo sanada. La paz está ahí, ha estado siempre ahí, es parte de nuestra esencia, se trata simplemente de quitar todos aquellos apegos, aversiones, sentimientos, separatismos, toda aquella capa de ignorancia, para que la paz se revele tal cual es, y cuando la paz se revela, germina el amor, y cuando germina el amor la sanación es posible, aunque lo que tenga sea un cáncer, o un lupus.

Pero no te culpes si no lo logras, porque tú participas también en los problemas genéticos de la herencia, de la humanidad como grupo. Esto no es para creerse superman, uno puede ser muy orgulloso y decirse "estoy triste porque no me curé el cáncer", eso no es un fracaso, el cáncer es un maestro, a veces aprendemos la lección en una ocasión, otras veces necesitamos diez oportunidades, y otras necesitamos cien vidas tal vez, pero lo importante es aprender la lección.

Uno no aprende medicina de un día para otro, hay lecciones supremamente complicadas y difíciles.

También nos diplomamos o nos especializamos en el alma, cuanto más grande sea el desafío, más grande es la oportunidad de crecimiento. Yo solo les he puesto un ejemplo de cómo podemos retomar nuestras emociones, identificar nuestras emociones, aceptarlas, no seguir huyendo de ellas, y así poder transmutarlas.

Pero una vez que sentimos la emoción, hay una pregunta fundamental ¿cuál es la lección que hay debajo de esta emoción negativa? ¿Cuál era el mensaje, qué me quería decir esta actitud y esta enfermedad? Cuando yo no digo NO, en la vida, termino resentido y con ira, pero la ira no es el problema, la ira me está diciendo que hay que aprender a reafirmarme diciendo NO.

La ira es la mejor estrategia de autoafirmación. Cuando yo manifiesto la ira y la transmuto, esa ira se vuelve sanadora, es lo mejor de mi fuerza, mi ira barre y limpia la casa y hace las cosas más rápidamente, ustedes han visto a un ama de casa que en su ira revolotea y el almuerzo está hecho a las diez de la mañana.

Yo sabia cuando mi mamá estaba iracunda, porque a las diez de la mañana mi casa estaba como un espejo. Es así, la ira es una forma de energía que se puede transmutar físicamente, el hecho de que la transmutemos físicamente, no resuelve la fuente de la ira, la fuente de la ira es la necesidad de autoafirmarse, y la necesidad de autoafirmarse es la necesidad de renunciar a la falsa complacencia.

Crecer espiritualmente no es decirle que sí a todo el mundo. El crecimiento espiritual no tiene nada que ver con la bobada, perdónenme la expresión, pero ser espiritual no es ser bobo, y ser tolerante no es ser bobo, la tolerancia no excluye la autoafirmación.

La autoafirmación es condición del crecimiento espiritual. Así que yo tengo que descubrir la lección, debajo del evento negativo, porque el evento negativo no es sino la apariencia, la sombra. Pero esa sombra cuando la quito abre una puerta luz, una lección que yo puedo aprender en mi vida.


Dr. Jorge Carvajal Posada

EL SISTEMA SANITARIO CAOTICO, INEFICAZ Y VERGONZOSO

El sistema sanitario español ha alcanzado tal grado de ineficacia y caos que resluta inconcebible la ausencia de iniciativas por parte de los parlamentarios españoles cuya falta de iniciativa es lamentable. Por que,¿Cual es el panorama de nuestro sistema sanitario al margen de la propaganda oficial y del silencio complice de la mayor parte de los medios de comunicacion? Pues sencillamente aterrador. Porque en España hoy la situacion es esta:
-Los servicios de Urgencias estan saturados con el agravante de que el 90% de los medicos que se encuentran en ellos son recien licenciados y,por tanto, carecen de experiencia.
-Las listas de espera tanto para un simple diagnostico como para ser sometido a tratamiento siguen siendo un escarnio a pesar de la retorica demagogica de los responsables.
-La mayor parte de los hospitales estan abarrotados y los enfermos tienen que permanecer dias en los pasillos en condiciones vergonzosas que violan sus derechos fundamentales basicos.
-Los familiares no tienen donde agurdar y deben sentarse en el suelo o en las escaleras.
-La posibilidad de contagio en los hospitales alcanza niveles intolerables.
-Los medicos y enfermeras estan desmotivados porque se sienten, mas que mal pagados, sencillamente explotados. Y muchos en permanente situacion de interinidad.
-Los tratamientos ortodoxos convecionalmente aceptados como los mas adecuados son solo paliativos o sintomaticos. Es decir, no ayudan a curar casi ninguna patologia.Con el agravante de que la mayoria de los farmacos que se prescriben tienen efectos iatrogenicos. Un reciente estudio indica que la 3ª parte de las consultas urgentes se deben a problemas generados por farmacos.
-La Medicina convencional no conoce ni la causa ni como curar ninguna de las llamadas enfermedades degenerativas. No sabe curar el cancer, el Parkinson, el Alzheimer, el Sida, la esclorisis multiple, la fibromialgia, la fatiga cronica...y asi centenares de patologias.
-Los gastos del estado en Sanidad suben sin parar año tras año de forma desbocada.
-La industria farmaceutica controla el Ministerio de Sanidad, gran parte de las conserjerias autonomicas y la Agencia Española del Medicamento. Eso explica que farmacos absolutamente inutiles sean sufragados por el estado o recetados incluso para patologias para las que no estan indicados mientras a otros se les pone todo tipo de trabas para ser legalizados.
-Gran parte de los medicos del sistema sanitario llevan siendo "gratificados"- por no decir sobornados- por algunas multinacionales farmaceuticas desde hace años para que recetaran sus productos. Los recientes escandalos que han llevado a los tribunales a los responsables de algunas conocidas empresas y a muchos medicos estan en la mente de todos. Y no se trata de casos aisalados sino de una practica muy extendida que no se quiere investigar.
-Muchos de los farmacos sufragados por el estado no solo no son mas eficaces que otros sino que en muchos casos desconocen sus efectos secundarios y encima son mas caros. Lo acaba de afirmar Joan Ramon Laporte, director del Instituto Catalan de Farmacologia, asegurando que asi ocurre al menos con las estatinas, los antisicopticos "atipicos", los antidepresivos, los medicamentos para la osteoprosis y los anthipertensivos.
-Los ensayos clinicos que se efectuan para aprobar los farmacos son deficientes y facilmente manipulables. Lo acaba de asegurar la prestigiosa revista The Lancet reconociendo la dificultad para generalizar los resultados, como se obvia que el entorno elegido para una investigacion influye de forma determinante en los resultados, como los pacientes se seleccionan antes del ensayo para asegurarse de que son los que tienen mas posibilades de mejorar con el producto que se esta testando, como se hace a menudo con grupos demasiado pequeños para que los reslutados sean significativos... Y asi otras muchas cuestiones que deberian haber invalidado la aprobacion de numerosos farmacos. Lo que se demuestra con la retirada del mercado en los ultimos meses de numerosos medicamentos que llevaban años vendiendose. Unos porque no sirven en realidad para las enfermedades para las que se precribian, otros porque los efectos negativos son mucho mayores de los reconocidos y las empresas fabricantes, sabiendolo, lo habian ocultado.
¿Para que seguir? Necesitariamos muchas paginas- pero muchas- para describir la lamentable situacion del sistema samnitario y la corrupcion que sufre. Corrupcion contrastada que nadie quiere destapar. Hay implicada demasiada gente de altos vuelos y escasa etica y conciencia.

DSALUD