Todas las veces que un miembro de una especie aprende un comportamiento nuevo, cambia el campo morfológico o productor de la especie. Este cambio es, al principio, apenas perceptible, pero si el comportamiento se repite durante cierto lapso de tiempo, su resonancia mórfica afecta a la especie entera. La matriz invisible que lo permite es un campo morfogenético, capaz de producir un efecto remoto tanto en el espacio como en el tiempo.
Una sorprendente idea ha sido introducida por el científico inglés Rupert Sheldrake, idea que pronto va a revolucionar muchos de nuestros conceptos fundamentales acerca de la naturaleza y la ciencia. Lanzó la hipótesis de que el universo no está funcionando de acuerdo a leyes inmutables sino más bien a modelos de hábitos creados por la repetición de ciertos sucesos en el tiempo.
Rupert Sheldrake propone en su libro Una nueva Ciencia de la Vida que todos los sistemas se regulan no por factores materiales o mediante energías conocidas sino que también por campos organizadores invisibles. Estos campos no tienen energía y sin embargo desempeñan un rol de producción de formas. Funcionan como si fuesen modelos para la forma y el comportamiento.
Según esta hipótesis sucede lo siguiente: todas las veces que un miembro de una especie aprende un comportamiento nuevo, cambia el campo morfológico o productor para la especie. Este cambio es, al principio, apenas perceptible, pero si el comportamiento se repite durante cierto lapso de tiempo, su resonancia mórfica afecta a la especie entera. La matriz invisible es un campo morfogenético. Así por ejemplo, todas las veces que se genera un átomo, una molécula u otra unidad mórfica, esta produce primero un campo morfogenético que regula todas las posteriores unidades del mismo tipo. La influencia del campo morfogenético produce un efecto remoto tanto en el espacio como en el tiempo. Aparentemente la forma no está determinada por las leyes físicas fuera del tiempo, sino depende de la resonancia mórfica a través del tiempo.
Según Sheldrake esta nueva manera de pensar nos lleva a un territorio para el cual no existe todavía un mapa. Parece ser la única esperanza para una nueva comprensión científica de la forma y organización en general y de los organismos vivos en particular. Muchos campos morfogenéticos se hallan tan sólidamente establecidos que ya no experimentan cambios. Así, por ejemplo, el primer átomo de hidrógeno ha sido la causa para que todos los subsiguientes átomos adoptasen la misma forma de comportamiento.
La evolución nos muestra la formación de nuevos campos morfogenéticos. El aparato genético, por ejemplo, se puede concebir como el mecanismo físico que recibe la información del campo morfogenético, en forma comparable a como recibe un aparato de radio o de televisión las señales invisibles.
La hipótesis explica muchos fenómenos enigmáticos en la investigación científica cuando ocurre un cambio en una unidad y sus efectos se trasladan vía los respectivos campos morfogenéticos a todos los campos existentes y a los que existirán en el futuro.
Ya que el sistema nervioso también está gobernado por campos morfogenéticos, la hipótesis de Sheldrake tiene poderosas implicaciones para la teoría del aprendizaje. Así, por ejemplo, se podría postular que si un número de ratas aprende a cumplir una tarea nunca antes realizada por ratas, entonces otras ratas en cualquier parte del mundo deberían aprender la tarea más fácilmente y en ausencia de cualquier tipo de conexión física o de comunicación.
En realidad, existe evidencia de que ocurre esta resonancia del aprendizaje. Ya en 1920, el fisiólogo McDougall encontró que generaciones sucesivas de ratas aprendieron a escapar de un laberinto especialmente diseñado más rápidamente que la primera generación. Incluso cuando las ratas procedían de crías de ratas con aprendizaje particularmente lento, persistía el efecto.
La aparición de un campo promotor apropiado puede ser facilitada por la resonancia mórfica procedente de animales o personas similares, o bien puede surgir un campo totalmente nuevo, no sólo por primera vez en la historia de un individuo, sino por primera vez en el mundo.
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Sheldrake comenta la teoría de Jung del Inconsciente Colectivo. Si los recuerdos no se limitan a un almacenamiento en el cerebro físico, sino que nos llegan a través de resonancia mórfica, la experiencia acumulativa de la humanidad bien podría incluir los arquetipos descritos por Jung.
La ciencia no necesita tampoco negar la posibilidad de la ocurrencia de fenómenos paranormales, ya que éstos pueden ser, en parte, explicables con la resonancia mórfica. Un apoyo adicional de la teoría de Sheldrake se encuentra en el libro de Lyall Watson (Lifetide: The Niology of Consciousness). En este libro Watson relata el sorprendente suceso que pudo observar en una colonia de monos en una isla cercana al Japón. Cuando cambió el alimento de los animales a papas recién sacadas de la tierra, cubiertas de arena y greda, los monos las rechazaron.
Después de cierto tiempo, una mona de 18 meses, llamada Imo, una especie de genio simiesco, resolvió el problema llevando las papas al río y lavándolas antes de comerlas. Para el mono esto representa una revolución cultural solo comparable al invento, por el hombre, de la rueda. Imo enseñó a su madre el nuevo comportamiento y a continuación a sus compañeros de juego los que, a su vez lo comunicaron a sus respectivas madres. Muy luego, todos los monos juveniles lavaban papas, pero los únicos adultos que aprendieron el truco fueron aquellos enseñados por sus hijos. Este estado del aprendizaje se mantuvo inalterado durante cierto lapso de tiempo. Pero de repente el comportamiento mostró una clara tendencia a universalizarse.
Watson se imagina el proceso de la siguiente manera: en el grupo de los animales reacios al aprendizaje algunos lograron poco a poco aprender el truco. El mono necesario para cumplir algo así como el número crítico aparentemente llevó este número por encima de una especie de umbral empujándolo a través de algo que se podría llamar masa crítica. Este mismo día casi toda la colonia lavaba papas.
Pero, más aún: el hábito aparentemente saltó por encima de las barreras naturales y apareció en otras islas e incluso en Takasakiyama, en el Japón.Watson supone la existencia de mecanismos en la evolución distintos a aquellos gobernados por la selección natural. El fenómeno observado por él puede explicar la manera de cómo algunos elementos mnésticos, ideas y costumbres se propagan por toda nuestra cultura. Es posible, dice Watson, que si un número suficientemente grande, entre nosotros, cree que algo es cierto, esto se torne en verdad para todo el mundo.
La noción de campos morfogenéticos será particularmente bienvenida para los que creen en el efecto acumulativo de una idea sostenida por un número grande de individuos. Sin olvidar que los cambios así producidos se integran en la filogenia de la especie, de la única manera que pueden hacerlo, mediante codificación genética
lunes, 1 de agosto de 2011
Introducción a los Microsistemas Biológicos
En el plano humano, la expansión de la acción terapéutica, su sofisticación, su misma perfección, no han reducido fundamentalmente la angustia del hombre y su soledad ante el dolor, la enfermedad y la muerte.... es entonces cuando la misión fundamental del médico, su rol de mediador, retoma todo su valor y su lugar esencial. El hombre, más que de productos y tecnologías , tiene necesidad de ser acompañado y seguido, sostenido y aconsejado, para mantener a cada instante su difícil equilibrio entre salud y enfermedad. El busca inconscientemente primero, con determinación luego, el interlocutor, el espejo y el eco, el mago frecuentemente, el médico siempre.
Pierre Magnin.
El hombre posee en si mismo el potencial regenerador necesario para superar todas las patologías imaginables. No es posible vislumbrar el límite de la capacidad de regeneración del ser. Todo es siempre posible, si el ser profundo lo desea y si halla un punto de apoyo estable sobre el cual impulsarse.
Parte de este potencial humano puede ser movilizado a través de la utilización de las zonas reflejas, en las que no sólo se encuentran las representaciones de órganos, aparatos y funciones de todo el organismo, sino también toda la cambiante fluidez de la actividad fisiológica viva, cuyos trastornos se reflejan sobre pequeñas pantallas o somatotopías.
Sólo la vida puede captar la vida. Los aparatos por sofisticados que sean , no reemplazarán jamás esta atracción de la vida por la vida, la cual pasa por la mano. Captar, amplificar y distribuir la energía de la vida en el organismo es el objetivo de las reflexoterapias. Por el mismo mecanismo que el cuerpo pone de manifiesto las condiciones internas en signos externos, también es posible que desde las mismas estructuras reactivas en la periferia se consigan acciones reflejas sobre los órganos internos afectados.
REFLEXOTERAPIAS Y SOMATOTOPIAS
Todos los médicos occidentales estamos familiarizados con ciertos puntos que caracterizan la semiología de determinadas afecciones, y con las zonas de Head que frecuentemente se superponen a reconocidos puntos de acupuntura. Tales zonas, de gran interés diagnóstico en medicina occidental, tienen también una utilidad terapéutica en las reflexoterapias.
La Reflexoterapia se fundamenta en la representación del centro en la periferia, de tal forma que trabajando por ejemplo en manos y pies -la periferia- podemos alcanzar el centro - el órgano afectado-.
Una zona de simpatía es una región de resonancia que revela la existencia de una vía de comunicación densa o sutil, que puede ser neural o no. Así, una zona de simpatía es el órgano o la parte del órgano que puede responder a la condición existente en otro. Por ejemplo, la respuesta cardíaca a la presión en el globo ocular revela una zona de simpatía o respuesta de resonancia mediada por el sistema neurovegetativo. Una irritación del cornete inferior ante la presencia de una alteración uterina, revela también una zona de simpatía o resonancia cuyos mecanismos probablemente no sean sólo de tipo neural. Diferentes representaciones de la inervación de los órganos sobre una pantalla orgánica como el pabellón auricular, han dado origen al estudio de somatotopías o mapas reflejos, como característica central de las reflexoterapias.
La organización tópica puede definirse, según Jean Bossy, como la repetición correlativa de secuencias espaciales idénticas en diferentes regiones del cuerpo. Este principio de organización es bien conocido en el sistema nervioso central, pero tales secuencias espaciales han sido también descritas para otras partes del cuerpo, especialmente por la semiología de la medicina oriental.
Una organización tópica puede ser estructural o funcional. Aunque las representaciones simbólicas de las proyecciones orgánicas sean de utilidad didáctica, no podemos perder de vista el hecho de que en realidad no son más que proyecciones de la inervación de los órganos, lo cual explica la distorsión de las representaciones, dado que éstas están más en relación con la importancia funcional de la representación neural, que con el tamaño y localización del órgano mismo. Una zona de proyección implica que su estímulo debe evocar una respuesta fisiológica sobre el órgano o estructura explorada.
Las representaciones reflejas periféricas, llamadas por Jean Bossy microsistemas de la acupuntura, implican convergencias neurales sobre una misma estructura anatómica. A nivel del sistema nervioso han sido reconocidas somatotopías sensitivas en los núcleos del trigémino, y en los núcleos del tracto solitario. Una organización comparable pero tonotópica ( que responde a diferentes frecuencias sonoras) existe en el núcleo coclear ventral , así como una organización retinotópica existe para las estructuras visuales. En el tálamo, el cerebelo y la corteza cerebral existen organizaciones similares.
Todas las somatotopías contienen representaciones cuya extensión está más ligada a la importancia funcional que al tamaño de la estructura representada. Por ello las extremidades de los miembros y la región perioral tienen en general una mayor representación en ellas. Quizás el ejemplo más conocido de una organización tópica que refleja la importancia funcional de la estructura representada, es la representación motriz cortical descrita en el homúnculo de Penfield. También se ha descrito una viscerotopía o secuencia visceral espacial, cuyo origen es la columna intermedio lateral, la columna intermediomedial o parasimpático sacro y el núcleo motor dorsal del vago.
CONTEXTO HISTORICO DE LAS REFLEXOTERAPIAS
Sin que nadie se lo enseñe, el niño que tiene cólico por haber comido manzanas verdes, dobla el cuerpo y se oprime el vientre con las manos. A la ciencia instintiva de ese niño le llamamos reflexoterapia. W Fitzgerald
Personas que padecen migraña conocen que en ocasiones la ligera compresión de un solo punto del cráneo es suficiente para detener instantáneamente el dolor. La aplicación de una banda compresiva alrededor de la cabeza puede eliminar una cefalea rebelde. Con idéntico objetivo, la región frontotemporal detrás de la cola de las cejas ha sido objeto de estímulos reflejos que comprenden la aplicación de frío o calor locales, las cauterizaciones y los masajes; nuestros abuelos reconocían la importancia de mantener la cabeza fría y los pies calientes. La introducción de un cuerpo extraño en el conducto auditivo externo puede desencadenar una sensación de prurito en la garganta.... Muchas de estas técnicas empíricas constituyen un común denominador en las más disímiles culturas. Se fundamentan en la capacidad de evocar una respuesta refleja distante, y en ocasiones global, a partir de un estímulo local.
Practicada por las más antiguas civilizaciones, la reflexología es redescubierta en tiempos modernos por el otorrinolaringólogo americano William Fitzgerald - 1872-1942- Graduado en Medicina en la Universidad de Vermont, realizó prácticas hospitalarias en Viena, París y Londres. Conocedor de que una terapia consistente en masajes o presiones sobre ciertos puntos era practicada por los antiguos habitantes de la China y de la India, inició la utilización de puntos reflejos en la planta del pie a comienzos del siglo XX.
Tribus americanas conocían igualmente la relación entre ciertos puntos reflejos y los órganos internos, lo que aún hoy es practicado con fines terapéuticos en algunas reservaciones indígenas. Las diferentes reflexoterapias están fundamentadas, sobre todo en lo que concierne a las más antiguas, en una cuidadosa y atenta observación de signos cuya exactitud es sorprendente y pueden enriquecer nuestra semiología médica. Su fundamentación en observaciones y signos objetivos no permite asignarles una connotación meramente psicológica.
Fitzgerald estuvo en Italia en el Instituto de estudios orientales , donde pudo asociar algunos de sus descubrimientos con antiguos métodos chinos de digitopresión. El masaje denominado Amma ( presión y frotamiento) forma parte, como la acupuntura, de la medicina tradicional china. Fitzgerald había notado que la presión directa sobre ciertas zonas de las manos o los pies desencadenaba un efecto analgésico sobre partes distantes del cuerpo; comenzó entonces a adoptar el sistema de presión en lugar de los analgésicos, e hizo partícipes a numerosos colegas de sus valiosos hallazgos.
En 1917 Fitzgerald y Bowers publican el libro clásico sobre el tema : Zone therapy
Se presentan allí los primeros diagramas en los cuales el cuerpo se divide en diez zonas, cinco para cada lado, que se corresponden con los dedos en manos y pies. En la terapia zonal se emplea el término reflejo en el sentido de que el pie es una pequeña pantalla que refleja el organismo total.
Para la reflexología, la energía vital o prana circula rítmicamente por todo el organismo; la enfermedad es la consecuencia de bloqueos en la circulación de esta energía que fluye entre el polo cefálico y el polo podal a través de esas diez líneas llamadas zonas - cinco a cada lado-
EL CALEIDOSCOPIO DE LAS SOMATOTOPIAS
Las divergencias aparentes entre los diferentes sistemas de representaciones somatotópicas, nos hablan de la sincronicidad, la sintropía y la sintonía de múltiples representaciones de la totalidad del organismo sobre las llamadas pantallas reflejas o microsistemas. Pero la aparente redundancia nos expresa sólo la riqueza de correspondencias funcionales, que pueden ser comprendidas a la luz de principios generales. El ejemplo más remarcable es el de las cinco fases o representaciones descritas por Paul Nogier en el pabellón auricular, en las que podemos constatar las múltiples dimensiones funcionales de un punto, que en diferentes instancias clínicas puede dar informaciones relativas al endodermo, al ectodermo o al mesodermo, o a un cierto status energético, no contemplado por la fisiología convencional, como es el caso de ciertos puntos maestros.
Como un polifacético caleidoscopio, las somatotopías expresan, además de algunas correspondencias neuro-anatómicas, un sistema de correspondencia funcional y energético, que puede ser analizado en términos de información. Las reflexoterapias todas son una expresión de una dimensión diagnóstica y terapéutica en la que más allá de correspondencias anatomo- fisiológicas, los organismos vivos expresan patrones de organización sistémica reflejados en pantallas periféricas o somatotopías, que son el sustrato de las denominadas reflexoterapias.
Estas se refieren a la modulación de la unidad holográfica del organismo por medio de microsistemas, desde los que es posible emprender, en términos de información, un diálogo con la totalidad.
El mínimo común denominador es la información, lo que nos sustrae del estímulo mecánico como único medio para estimular los llamados puntos reflejos. Estos adquieren su verdadera connotación como verdaderos microcerebros periféricos capaces de expresar la inteligencia adaptativa de circuitos indisolublemente ligados a la totalidad del sistema. La aparente selectividad de los puntos no es más que la expresión de un modo de relación con el organismo como un todo, y su efectividad proviene de esta capacidad de relacionarse, como microsistema, con el macrosistema en el que está contenido. Nos adentramos así en el orden holárquico de los sistemas biológicos, en los que cada componente expresa las mismas propiedades de un holón o todo-parte.
Para vislumbrar un hilo conductor que nos permita navegar con facilidad y espíritu práctico por el océano de representaciones descritas por las diferentes reflexoterapias, retomaremos los principios generales expuestos en la Sintergética.
LOS MICROSISTEMAS A LA LUZ DE LA SINTERGETICA.
En nuestra visión del organismo humano, las reflexoterapias, mucho más que terapias reflejas en el sentido convencional, son técnicas de interacción con la totalidad, que pueden ser mejor comprendidas y utilizadas en el marco de una visión sistémica.
Paara comprender el efecto de la refelxoterapia más allá de los estímulos mecánicos, es útil tener en cuenta los conceptos sintergéticos de Sintopia, sincronía, sintropia y sintonía en los microsistemas. El llamado punto reflejo, que en si mismo es un microsistemea periférico, hace parte de una somatotopía o microsistema mayor en el que el punto está contenido.
Las somatotopías son una expresión del principio de sintopía, que a su vez es consecuencia de la ley del holograma. Este principio nos habla de la correspondencia espacial de ssecuencias espaciales del organismo con patrones de organización periféricos. Esta correspondencia no es fija y cada punto puede representar al mismo tiempo diferentes espacios en patrones de organización somatotópica diferente.
Lo cual significa que en el mismo punto y al mismo tiempo pueden coincidir diferentes representaciones. Ya estamos en el terreno de la sincronicidad, otra de las propiedades de la organización sintérgica, que implica la correspondencia espacial simultánea de diferentes circuitos en un solo punto. Si además analizamos los patrones de resonancia de un punto y el circuito que representa, encontramos que, en un momento dado, hay una respuesta del punto y todo el circuito integrado a un mismo set de frecuencias. Esto es sintonía, otra propiedad sintérgica. Ahora bien, si analizamos las propiedades del punto, encontramos que sus cambios son parte de una estrategia adaptativa del microsistema, cuya dirección o propósito coincide con los de otros circuitos, que aunque no están relacionados anatómica, funcional o energéticamente, lo están por esta correspondencia de propósito o dirección . Esta es sintropía o correspondencia en la dirección o estrategia del sistema, una propiedad por la cual, microsistemas que se orientan hacia el mismo objetivo, pueden compartir propiedades y códigos de información.
En una concepción cibernética, cualquier zona del organismo puede expresar, transitoria o permanentemente, un patrón de organización de la información que interactúa armónica o disarmónicamente con el organismo completo. Y en esta dinámica cada zona puede comportarse como una organización tópica con propiedades sintérgicas que le permiten compartir información con todos los sistemas del organismo. Esta plasticidad representa ya no una propiedad del cerebro y el sistema nervioso, sino una propiedad de todo el biocampo, cuya capacidad de captar y transferiri información constituye un rasgo adaptativo esencial al ser vivo
La reflexoterapia en su versión sintergética es la modulación de micrositemas inscritos en las diferentes pantallas o somatotopías para restaurar códigos de comunicación no iterferente o armónica.
EXPRESION CLINICA DE LA DINAMICA SINTERGICA EN LOS MICROSISTEMAS.
Estos patrones de información incorporados en estructuras corporales que actúan como pantallas reflejas, están tan intrínsecamente entretejidos en una red de comunicación interdependiente que su utilización puede ser aún más sencilla y efectiva que la derivada de la ya usual concepción mecánica del estímulo reflejo.
Para la detección y la terapia de las “ terminales de circuito” o puntos reflejos ideales en una terapia buscamos correlaciones entre los tiempos – sincronización- , los espacios – ubicación somatotópica- y la dirección de los puntos, que nos revela su orientación o sintropia. Los puntos de máxima sintergia o densidad de información son los puntos de mayor potencial terapéutico, y son en general aquellos que cumplen las propiedades de sintonía o resonancia frecuencial, sintropía o unidad direccional, sintopía o coincidencia con una representación espacial y sincronía o expresión simultánea de la información de diferentes sistemas.
El modelo de ordenamiento sintrópico se advierte en puntos maestros que representan la confluencia de varias direcciones o cauces de la energía- como es el caso de algunos puntos de acupuntura en las que confluyen más de dos direcciones espaciales. También lo podemos observar en un set de puntos que se ubican en una misma línea y participan de una misma función, como es el caso de los puntos ubicados en una línea de Fitzgerald, o en un canal de acupuntura.
La exploración sistemática de la sensibilidad eléctrica de puntos faciales y auriculares lleva pronto al reconocimiento de líneas de alteración de la resistencia eléctrica, lo cual significa que con frecuencia una serie de puntos de menor resistencia eléctrica están alineados.
Una de las características de estos patrones de alineación es que la intervención sobre un solo punto puede ser suficiente para incidir sobre toda la línea, lo cual puede ser fácilmente evidenciado en la correspondiente respuesta clínica. Talvez la propiedad más remarcable es la de su resonancia frecuencial, pues al estímulo con un generador de infrarrojos todos estos puntos alineados responden generalmente a la misma frecuencia, lo cual nos da pie para el tratamiento con softláser a una misma frecuencia sobre toda la línea. Este, que fue el origen de lo que en su momento llamamos la bioenergética cráneo facial, es un producto de varias propiedades sintérgicas: Sincronicidad, sintonía y sintropía en un espacio determinado de alta sintopía o correlación espacial. Es decir hay una alta correspondencia espacial, temporal, vibracional, y de orientación entre varios puntos, los que nos permite vislumbrar ya un patrón de organización del espacio, el tiempo y la energía.
Podemos decir que, tanto la fisiología como la patología y la respuesta del organismo a la información patológica,- corresponden a patrones sistematizados de la información biológica. A su vez, ésta organización biocibernética determina expresiones en el espacio y el tiempo que reconocemos como patrones de organización espacio-temporal. Dicho en otras palabras, las estrategias de adaptación biológica son algoritmos, fórmulas o patrones de información implícitos en el sistema, que se activan y se hacen explícitos en movimientos de energía y de materia. Esto podría significar que estos patrones de información harían parte de lo que pudiéramos llamar la consciencia de un sistema y, de este modo, todo movimiento de energía y de materia, en síntesis toda respuesta de adaptación fisiológica, sería resultado del movimiento de la consciencia.
En estos términos, los patrones de organización tópica son los diferentes tiempos o movimientos de la consciencia de un sistema, presentes y sincrónicamente inscritos en patrones de organización espacial o somatotopías. Y éstas pueden ser más o menos estáticas o dinámicas según su tiempo de inscripción: las más antiguas, correspondientes al curso de la evolución filogenética, son las más fijas o densas y pueden ser abordadas desde una visión más o menos mecanicista, válida para los sistemas cerrados. En estos casos hay una correspondencia anatómica fija que puede ser sustentada a través de las clásicas conexiones neurales. Pero otro tipo de correspondencias, cuyos efectos no son explicables desde la neurofisiología más convencional, requieren de un sustrato de interacción más sutil a través de sistemas de conducción de señales descritos en otras publicaciones de sintergética.
¿ SON FRACTALES LAS ORGANIZACIONES TOPICAS EN LOS ORGANISMOS VIVOS ?
En ocasiones la información se transfiere, no sólo en lo que atañe a su aspecto vibracional sino también en lo concerniente a la disposición de sus componentes en el espacio. Ya desde la década de los setenta en el siglo XX – pudimos observar en la práctica clínica la curiosa propiedad que tienen algunas cicatrices interferentes de transferir sus patrones de alteración electromagnética, conservando las coordenadas geométricas en el espacio. En uno de estos pacientes la información parásita de la frecuencia A del softláser sobre la cicatriz apendicular era transferida al hígado, conservando la misma dirección de la cicatriz apendicular. Sólo la corrección del parasitaje hepático pudo resolver la interferencia sobre el proceso digestivo. Este, que dista de ser un caso excepcional, pareciera revelar una generalizada y primitiva propiedad fractal de la información biológica, que se puede transferir y auto-replicar en el espacio del cuerpo, conservando su patrón de organización espacial. Las mismas somatotopías serían expresiones complejas de este principio de transferencia ad-íntegrum de la información biológica, y nos servirán de hilo conductor para un nuevo enfoque clínico de las somatotopías.
La capacidad de transferencia de patrones de información complejos, se relaciona íntimamente con el campo de la morfogénesis biológica, el campo de resonancia mórfica, los gérmenes de resonancia, y las líneas de menor resistencia para la morfogénesis, brillantemente expuestos por Rupert Sheldrake en su hipótesis de la causación formativa. Esta propiedad de transferencia dinámica de información compleja es empleada en la práctica clínica, cuando reproducimos y transferimos los patrones de resonancia de un sistema normal a un sistemas cuyo patrón de información se ha desviado de su espectro normal de resonancia.
Esto es armonizar o restaurar la interferencia constructiva en sistemas que han generado patrones disarmónicos o de interferencia destructiva. Estos patrones alteran las redes de comunicación y correspondencia que les permite funcionar como organismos o totalidades sinérgicas e indivisibles. Como si fueran gérmenes de resonancia o patrones mórficos complejos y tridimensionales, las somatotopías parecieran ser resonadores biológicos que permitirían recrear la conectividad armónica de la totalidad.
Pero estos patrones están dotados de la misma polifacética adaptabilidad de los sistemas abiertos como la vida. Por tal razón, sobre circuitos relativamente fijos que dan información permanente del estado estructural del sistema, y que actúan a modo de sustrato portador, las somatotopías son portadoras de patrones mucho más móviles de información frecuencial y direccional, cuyas propiedades serán tratadas a fondo en los capítulos de la sintergética correspondientes a biocircuitos y biocibernética.
Los resonadores de arquetipos mórficos – sistemas RAM tratados en otros artículos ya publicados- los sistemas Phi 3 para captar y programar patrones complejos de información biológica, son nuevas tecnologías que responden a una nueva concepción del organismo como expresión de patrones de organización fractal, cuyos resultados clínicos nos permiten un nuevo modelo de integración de las somatotopías en una sola red sistémica integrada.
Jorge Carvajal P.
Pierre Magnin.
El hombre posee en si mismo el potencial regenerador necesario para superar todas las patologías imaginables. No es posible vislumbrar el límite de la capacidad de regeneración del ser. Todo es siempre posible, si el ser profundo lo desea y si halla un punto de apoyo estable sobre el cual impulsarse.
Parte de este potencial humano puede ser movilizado a través de la utilización de las zonas reflejas, en las que no sólo se encuentran las representaciones de órganos, aparatos y funciones de todo el organismo, sino también toda la cambiante fluidez de la actividad fisiológica viva, cuyos trastornos se reflejan sobre pequeñas pantallas o somatotopías.
Sólo la vida puede captar la vida. Los aparatos por sofisticados que sean , no reemplazarán jamás esta atracción de la vida por la vida, la cual pasa por la mano. Captar, amplificar y distribuir la energía de la vida en el organismo es el objetivo de las reflexoterapias. Por el mismo mecanismo que el cuerpo pone de manifiesto las condiciones internas en signos externos, también es posible que desde las mismas estructuras reactivas en la periferia se consigan acciones reflejas sobre los órganos internos afectados.
REFLEXOTERAPIAS Y SOMATOTOPIAS
Todos los médicos occidentales estamos familiarizados con ciertos puntos que caracterizan la semiología de determinadas afecciones, y con las zonas de Head que frecuentemente se superponen a reconocidos puntos de acupuntura. Tales zonas, de gran interés diagnóstico en medicina occidental, tienen también una utilidad terapéutica en las reflexoterapias.
La Reflexoterapia se fundamenta en la representación del centro en la periferia, de tal forma que trabajando por ejemplo en manos y pies -la periferia- podemos alcanzar el centro - el órgano afectado-.
Una zona de simpatía es una región de resonancia que revela la existencia de una vía de comunicación densa o sutil, que puede ser neural o no. Así, una zona de simpatía es el órgano o la parte del órgano que puede responder a la condición existente en otro. Por ejemplo, la respuesta cardíaca a la presión en el globo ocular revela una zona de simpatía o respuesta de resonancia mediada por el sistema neurovegetativo. Una irritación del cornete inferior ante la presencia de una alteración uterina, revela también una zona de simpatía o resonancia cuyos mecanismos probablemente no sean sólo de tipo neural. Diferentes representaciones de la inervación de los órganos sobre una pantalla orgánica como el pabellón auricular, han dado origen al estudio de somatotopías o mapas reflejos, como característica central de las reflexoterapias.
La organización tópica puede definirse, según Jean Bossy, como la repetición correlativa de secuencias espaciales idénticas en diferentes regiones del cuerpo. Este principio de organización es bien conocido en el sistema nervioso central, pero tales secuencias espaciales han sido también descritas para otras partes del cuerpo, especialmente por la semiología de la medicina oriental.
Una organización tópica puede ser estructural o funcional. Aunque las representaciones simbólicas de las proyecciones orgánicas sean de utilidad didáctica, no podemos perder de vista el hecho de que en realidad no son más que proyecciones de la inervación de los órganos, lo cual explica la distorsión de las representaciones, dado que éstas están más en relación con la importancia funcional de la representación neural, que con el tamaño y localización del órgano mismo. Una zona de proyección implica que su estímulo debe evocar una respuesta fisiológica sobre el órgano o estructura explorada.
Las representaciones reflejas periféricas, llamadas por Jean Bossy microsistemas de la acupuntura, implican convergencias neurales sobre una misma estructura anatómica. A nivel del sistema nervioso han sido reconocidas somatotopías sensitivas en los núcleos del trigémino, y en los núcleos del tracto solitario. Una organización comparable pero tonotópica ( que responde a diferentes frecuencias sonoras) existe en el núcleo coclear ventral , así como una organización retinotópica existe para las estructuras visuales. En el tálamo, el cerebelo y la corteza cerebral existen organizaciones similares.
Todas las somatotopías contienen representaciones cuya extensión está más ligada a la importancia funcional que al tamaño de la estructura representada. Por ello las extremidades de los miembros y la región perioral tienen en general una mayor representación en ellas. Quizás el ejemplo más conocido de una organización tópica que refleja la importancia funcional de la estructura representada, es la representación motriz cortical descrita en el homúnculo de Penfield. También se ha descrito una viscerotopía o secuencia visceral espacial, cuyo origen es la columna intermedio lateral, la columna intermediomedial o parasimpático sacro y el núcleo motor dorsal del vago.
CONTEXTO HISTORICO DE LAS REFLEXOTERAPIAS
Sin que nadie se lo enseñe, el niño que tiene cólico por haber comido manzanas verdes, dobla el cuerpo y se oprime el vientre con las manos. A la ciencia instintiva de ese niño le llamamos reflexoterapia. W Fitzgerald
Personas que padecen migraña conocen que en ocasiones la ligera compresión de un solo punto del cráneo es suficiente para detener instantáneamente el dolor. La aplicación de una banda compresiva alrededor de la cabeza puede eliminar una cefalea rebelde. Con idéntico objetivo, la región frontotemporal detrás de la cola de las cejas ha sido objeto de estímulos reflejos que comprenden la aplicación de frío o calor locales, las cauterizaciones y los masajes; nuestros abuelos reconocían la importancia de mantener la cabeza fría y los pies calientes. La introducción de un cuerpo extraño en el conducto auditivo externo puede desencadenar una sensación de prurito en la garganta.... Muchas de estas técnicas empíricas constituyen un común denominador en las más disímiles culturas. Se fundamentan en la capacidad de evocar una respuesta refleja distante, y en ocasiones global, a partir de un estímulo local.
Practicada por las más antiguas civilizaciones, la reflexología es redescubierta en tiempos modernos por el otorrinolaringólogo americano William Fitzgerald - 1872-1942- Graduado en Medicina en la Universidad de Vermont, realizó prácticas hospitalarias en Viena, París y Londres. Conocedor de que una terapia consistente en masajes o presiones sobre ciertos puntos era practicada por los antiguos habitantes de la China y de la India, inició la utilización de puntos reflejos en la planta del pie a comienzos del siglo XX.
Tribus americanas conocían igualmente la relación entre ciertos puntos reflejos y los órganos internos, lo que aún hoy es practicado con fines terapéuticos en algunas reservaciones indígenas. Las diferentes reflexoterapias están fundamentadas, sobre todo en lo que concierne a las más antiguas, en una cuidadosa y atenta observación de signos cuya exactitud es sorprendente y pueden enriquecer nuestra semiología médica. Su fundamentación en observaciones y signos objetivos no permite asignarles una connotación meramente psicológica.
Fitzgerald estuvo en Italia en el Instituto de estudios orientales , donde pudo asociar algunos de sus descubrimientos con antiguos métodos chinos de digitopresión. El masaje denominado Amma ( presión y frotamiento) forma parte, como la acupuntura, de la medicina tradicional china. Fitzgerald había notado que la presión directa sobre ciertas zonas de las manos o los pies desencadenaba un efecto analgésico sobre partes distantes del cuerpo; comenzó entonces a adoptar el sistema de presión en lugar de los analgésicos, e hizo partícipes a numerosos colegas de sus valiosos hallazgos.
En 1917 Fitzgerald y Bowers publican el libro clásico sobre el tema : Zone therapy
Se presentan allí los primeros diagramas en los cuales el cuerpo se divide en diez zonas, cinco para cada lado, que se corresponden con los dedos en manos y pies. En la terapia zonal se emplea el término reflejo en el sentido de que el pie es una pequeña pantalla que refleja el organismo total.
Para la reflexología, la energía vital o prana circula rítmicamente por todo el organismo; la enfermedad es la consecuencia de bloqueos en la circulación de esta energía que fluye entre el polo cefálico y el polo podal a través de esas diez líneas llamadas zonas - cinco a cada lado-
EL CALEIDOSCOPIO DE LAS SOMATOTOPIAS
Las divergencias aparentes entre los diferentes sistemas de representaciones somatotópicas, nos hablan de la sincronicidad, la sintropía y la sintonía de múltiples representaciones de la totalidad del organismo sobre las llamadas pantallas reflejas o microsistemas. Pero la aparente redundancia nos expresa sólo la riqueza de correspondencias funcionales, que pueden ser comprendidas a la luz de principios generales. El ejemplo más remarcable es el de las cinco fases o representaciones descritas por Paul Nogier en el pabellón auricular, en las que podemos constatar las múltiples dimensiones funcionales de un punto, que en diferentes instancias clínicas puede dar informaciones relativas al endodermo, al ectodermo o al mesodermo, o a un cierto status energético, no contemplado por la fisiología convencional, como es el caso de ciertos puntos maestros.
Como un polifacético caleidoscopio, las somatotopías expresan, además de algunas correspondencias neuro-anatómicas, un sistema de correspondencia funcional y energético, que puede ser analizado en términos de información. Las reflexoterapias todas son una expresión de una dimensión diagnóstica y terapéutica en la que más allá de correspondencias anatomo- fisiológicas, los organismos vivos expresan patrones de organización sistémica reflejados en pantallas periféricas o somatotopías, que son el sustrato de las denominadas reflexoterapias.
Estas se refieren a la modulación de la unidad holográfica del organismo por medio de microsistemas, desde los que es posible emprender, en términos de información, un diálogo con la totalidad.
El mínimo común denominador es la información, lo que nos sustrae del estímulo mecánico como único medio para estimular los llamados puntos reflejos. Estos adquieren su verdadera connotación como verdaderos microcerebros periféricos capaces de expresar la inteligencia adaptativa de circuitos indisolublemente ligados a la totalidad del sistema. La aparente selectividad de los puntos no es más que la expresión de un modo de relación con el organismo como un todo, y su efectividad proviene de esta capacidad de relacionarse, como microsistema, con el macrosistema en el que está contenido. Nos adentramos así en el orden holárquico de los sistemas biológicos, en los que cada componente expresa las mismas propiedades de un holón o todo-parte.
Para vislumbrar un hilo conductor que nos permita navegar con facilidad y espíritu práctico por el océano de representaciones descritas por las diferentes reflexoterapias, retomaremos los principios generales expuestos en la Sintergética.
LOS MICROSISTEMAS A LA LUZ DE LA SINTERGETICA.
En nuestra visión del organismo humano, las reflexoterapias, mucho más que terapias reflejas en el sentido convencional, son técnicas de interacción con la totalidad, que pueden ser mejor comprendidas y utilizadas en el marco de una visión sistémica.
Paara comprender el efecto de la refelxoterapia más allá de los estímulos mecánicos, es útil tener en cuenta los conceptos sintergéticos de Sintopia, sincronía, sintropia y sintonía en los microsistemas. El llamado punto reflejo, que en si mismo es un microsistemea periférico, hace parte de una somatotopía o microsistema mayor en el que el punto está contenido.
Las somatotopías son una expresión del principio de sintopía, que a su vez es consecuencia de la ley del holograma. Este principio nos habla de la correspondencia espacial de ssecuencias espaciales del organismo con patrones de organización periféricos. Esta correspondencia no es fija y cada punto puede representar al mismo tiempo diferentes espacios en patrones de organización somatotópica diferente.
Lo cual significa que en el mismo punto y al mismo tiempo pueden coincidir diferentes representaciones. Ya estamos en el terreno de la sincronicidad, otra de las propiedades de la organización sintérgica, que implica la correspondencia espacial simultánea de diferentes circuitos en un solo punto. Si además analizamos los patrones de resonancia de un punto y el circuito que representa, encontramos que, en un momento dado, hay una respuesta del punto y todo el circuito integrado a un mismo set de frecuencias. Esto es sintonía, otra propiedad sintérgica. Ahora bien, si analizamos las propiedades del punto, encontramos que sus cambios son parte de una estrategia adaptativa del microsistema, cuya dirección o propósito coincide con los de otros circuitos, que aunque no están relacionados anatómica, funcional o energéticamente, lo están por esta correspondencia de propósito o dirección . Esta es sintropía o correspondencia en la dirección o estrategia del sistema, una propiedad por la cual, microsistemas que se orientan hacia el mismo objetivo, pueden compartir propiedades y códigos de información.
En una concepción cibernética, cualquier zona del organismo puede expresar, transitoria o permanentemente, un patrón de organización de la información que interactúa armónica o disarmónicamente con el organismo completo. Y en esta dinámica cada zona puede comportarse como una organización tópica con propiedades sintérgicas que le permiten compartir información con todos los sistemas del organismo. Esta plasticidad representa ya no una propiedad del cerebro y el sistema nervioso, sino una propiedad de todo el biocampo, cuya capacidad de captar y transferiri información constituye un rasgo adaptativo esencial al ser vivo
La reflexoterapia en su versión sintergética es la modulación de micrositemas inscritos en las diferentes pantallas o somatotopías para restaurar códigos de comunicación no iterferente o armónica.
EXPRESION CLINICA DE LA DINAMICA SINTERGICA EN LOS MICROSISTEMAS.
Estos patrones de información incorporados en estructuras corporales que actúan como pantallas reflejas, están tan intrínsecamente entretejidos en una red de comunicación interdependiente que su utilización puede ser aún más sencilla y efectiva que la derivada de la ya usual concepción mecánica del estímulo reflejo.
Para la detección y la terapia de las “ terminales de circuito” o puntos reflejos ideales en una terapia buscamos correlaciones entre los tiempos – sincronización- , los espacios – ubicación somatotópica- y la dirección de los puntos, que nos revela su orientación o sintropia. Los puntos de máxima sintergia o densidad de información son los puntos de mayor potencial terapéutico, y son en general aquellos que cumplen las propiedades de sintonía o resonancia frecuencial, sintropía o unidad direccional, sintopía o coincidencia con una representación espacial y sincronía o expresión simultánea de la información de diferentes sistemas.
El modelo de ordenamiento sintrópico se advierte en puntos maestros que representan la confluencia de varias direcciones o cauces de la energía- como es el caso de algunos puntos de acupuntura en las que confluyen más de dos direcciones espaciales. También lo podemos observar en un set de puntos que se ubican en una misma línea y participan de una misma función, como es el caso de los puntos ubicados en una línea de Fitzgerald, o en un canal de acupuntura.
La exploración sistemática de la sensibilidad eléctrica de puntos faciales y auriculares lleva pronto al reconocimiento de líneas de alteración de la resistencia eléctrica, lo cual significa que con frecuencia una serie de puntos de menor resistencia eléctrica están alineados.
Una de las características de estos patrones de alineación es que la intervención sobre un solo punto puede ser suficiente para incidir sobre toda la línea, lo cual puede ser fácilmente evidenciado en la correspondiente respuesta clínica. Talvez la propiedad más remarcable es la de su resonancia frecuencial, pues al estímulo con un generador de infrarrojos todos estos puntos alineados responden generalmente a la misma frecuencia, lo cual nos da pie para el tratamiento con softláser a una misma frecuencia sobre toda la línea. Este, que fue el origen de lo que en su momento llamamos la bioenergética cráneo facial, es un producto de varias propiedades sintérgicas: Sincronicidad, sintonía y sintropía en un espacio determinado de alta sintopía o correlación espacial. Es decir hay una alta correspondencia espacial, temporal, vibracional, y de orientación entre varios puntos, los que nos permite vislumbrar ya un patrón de organización del espacio, el tiempo y la energía.
Podemos decir que, tanto la fisiología como la patología y la respuesta del organismo a la información patológica,- corresponden a patrones sistematizados de la información biológica. A su vez, ésta organización biocibernética determina expresiones en el espacio y el tiempo que reconocemos como patrones de organización espacio-temporal. Dicho en otras palabras, las estrategias de adaptación biológica son algoritmos, fórmulas o patrones de información implícitos en el sistema, que se activan y se hacen explícitos en movimientos de energía y de materia. Esto podría significar que estos patrones de información harían parte de lo que pudiéramos llamar la consciencia de un sistema y, de este modo, todo movimiento de energía y de materia, en síntesis toda respuesta de adaptación fisiológica, sería resultado del movimiento de la consciencia.
En estos términos, los patrones de organización tópica son los diferentes tiempos o movimientos de la consciencia de un sistema, presentes y sincrónicamente inscritos en patrones de organización espacial o somatotopías. Y éstas pueden ser más o menos estáticas o dinámicas según su tiempo de inscripción: las más antiguas, correspondientes al curso de la evolución filogenética, son las más fijas o densas y pueden ser abordadas desde una visión más o menos mecanicista, válida para los sistemas cerrados. En estos casos hay una correspondencia anatómica fija que puede ser sustentada a través de las clásicas conexiones neurales. Pero otro tipo de correspondencias, cuyos efectos no son explicables desde la neurofisiología más convencional, requieren de un sustrato de interacción más sutil a través de sistemas de conducción de señales descritos en otras publicaciones de sintergética.
¿ SON FRACTALES LAS ORGANIZACIONES TOPICAS EN LOS ORGANISMOS VIVOS ?
En ocasiones la información se transfiere, no sólo en lo que atañe a su aspecto vibracional sino también en lo concerniente a la disposición de sus componentes en el espacio. Ya desde la década de los setenta en el siglo XX – pudimos observar en la práctica clínica la curiosa propiedad que tienen algunas cicatrices interferentes de transferir sus patrones de alteración electromagnética, conservando las coordenadas geométricas en el espacio. En uno de estos pacientes la información parásita de la frecuencia A del softláser sobre la cicatriz apendicular era transferida al hígado, conservando la misma dirección de la cicatriz apendicular. Sólo la corrección del parasitaje hepático pudo resolver la interferencia sobre el proceso digestivo. Este, que dista de ser un caso excepcional, pareciera revelar una generalizada y primitiva propiedad fractal de la información biológica, que se puede transferir y auto-replicar en el espacio del cuerpo, conservando su patrón de organización espacial. Las mismas somatotopías serían expresiones complejas de este principio de transferencia ad-íntegrum de la información biológica, y nos servirán de hilo conductor para un nuevo enfoque clínico de las somatotopías.
La capacidad de transferencia de patrones de información complejos, se relaciona íntimamente con el campo de la morfogénesis biológica, el campo de resonancia mórfica, los gérmenes de resonancia, y las líneas de menor resistencia para la morfogénesis, brillantemente expuestos por Rupert Sheldrake en su hipótesis de la causación formativa. Esta propiedad de transferencia dinámica de información compleja es empleada en la práctica clínica, cuando reproducimos y transferimos los patrones de resonancia de un sistema normal a un sistemas cuyo patrón de información se ha desviado de su espectro normal de resonancia.
Esto es armonizar o restaurar la interferencia constructiva en sistemas que han generado patrones disarmónicos o de interferencia destructiva. Estos patrones alteran las redes de comunicación y correspondencia que les permite funcionar como organismos o totalidades sinérgicas e indivisibles. Como si fueran gérmenes de resonancia o patrones mórficos complejos y tridimensionales, las somatotopías parecieran ser resonadores biológicos que permitirían recrear la conectividad armónica de la totalidad.
Pero estos patrones están dotados de la misma polifacética adaptabilidad de los sistemas abiertos como la vida. Por tal razón, sobre circuitos relativamente fijos que dan información permanente del estado estructural del sistema, y que actúan a modo de sustrato portador, las somatotopías son portadoras de patrones mucho más móviles de información frecuencial y direccional, cuyas propiedades serán tratadas a fondo en los capítulos de la sintergética correspondientes a biocircuitos y biocibernética.
Los resonadores de arquetipos mórficos – sistemas RAM tratados en otros artículos ya publicados- los sistemas Phi 3 para captar y programar patrones complejos de información biológica, son nuevas tecnologías que responden a una nueva concepción del organismo como expresión de patrones de organización fractal, cuyos resultados clínicos nos permiten un nuevo modelo de integración de las somatotopías en una sola red sistémica integrada.
Jorge Carvajal P.
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